Ultimos esfuerzos del PT para frenar la destitución de Dilma
| 12 de Agosto de 2016 | 02:38

Pese a que los números contundentes de la votación en el Senado de Brasil muestran claramente que Dilma Rousseff está a punto de ser destituida, el Partido de los Trabajadores no se resigna y está realizando una serie de acciones tendientes a frenar la destitución.
El primer paso lo dio el mismo miércoles, luego de la contundente votación de 59 votos a favor y 21 en contra en favor de la destitución de la suspendida funcionaria, cuando anunció que hará una presentación ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) con una demanda en contra del proceso, que insistió en calificar de “golpe”.
EN TODOS LOS FRENTES
“Vamos a pelear en todas las esferas, sean parlamentarias, judiciales, en la calle o en el exterior, para denunciar este golpe y para que se restablezca en el país la normalidad democrática”, afirmó el diputado del PT Paulo Pimenta, que junto con su colega Paulo Teixeira anunciaron que el PT había presentado ante la CIDH la demanda por vicios en el debido proceso y un pedido de medida cautelar ante el “riesgo inminente de un daño irreparable”.
Las solicitudes ante la CIDH fueron diseñadas por un grupo de juristas brasileños y por el abogado argentino Damián Loreti, según informó el PT. La medida abre una instancia inédita para una crisis interna de un país.
La CIDH, órgano autónomo e independiente de la Organización de los Estados Americanos (OEA), y el propio secretario general de la OEA, el uruguayo Luis Almagro, ya habían advertido sobre fallas en el proceso de impeachment, pero es poco probable que la movida petista tenga algún efecto práctico.
Sobre todo si se tiene en cuenta el notorio antecedente de 2011, cuando la propia Dilma se negó a cumplir una medida cautelar emitida por la comisión para detener la construcción de la hidroeléctrica de Belo Monte en la Amazonia, que afectaba a varios pueblos indígenas.
La presidenta no sólo no cumplió la cautelar, sino que además a partir de entonces dejó de pagar las contribuciones de su país a la OEA, de cuyo presupuesto se financia la
De esta forma, la aplastante decisión dejó a Dilma al borde de la destitución, acusada de manipulación de las cuentas públicas, que confiaba en un resultado más parejo para enfrentar con mayores chances la votación final sobre su impeachment en el plenario de la Cámara alta. Era sólo necesaria una mayoría simple (41 de los 81 senadores) para dar luz verde al proceso, y ese umbral fue superado con holgura.
Para la votación final, con los debates programados para empezar dentro de por lo menos diez días y con la perspectiva de que duren varias sesiones, se requerirá una mayoría calificada, es decir, 54 votos. El escaso respaldo que Dilma obtuvo apunta a que revertir el resultado será prácticamente imposible. Si en la votación final la moción por la destitución cosecha los 54 votos necesarios, Dilma quedará de inmediato destituida e inhabilitada para presentarse a cualquier cargo electivo por ocho años. El presidente en ejercicio, su distanciado ex vicepresidente Michel Temer, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), sería entonces investido en el cargo de forma definitiva hasta el fin del actual mandato, que termina el 31 de diciembre de 2018.
APOYO EMPRESARIO A TEMER
Mientras tanto, el presidente interino de Brasil, Michel Temer, recibió ayer un firme apoyo de los empresarios del sector de la construcción, con los que se comprometió a recuperar la confianza en la economía del país y promover la inversión privada.
“Estoy ejerciendo la Presidencia interinamente, pero actúo como si fuera efectivo”, declaró Temer al recibir a los empresarios y en alusión a que su permanencia en el poder depende de que la eventual destitución de la mandataria Dilma Rousseff, sometida a un juicio político y suspendida de sus funciones.
Aún así, Temer se comprometió a adoptar medidas para reactivar la industria de la construcción, sobre todo por la capacidad de ese sector para generar plazas de trabajo, cuando en el país hay unos 12 millones de desempleados.
“El empleo es el primero de los derechos sociales, porque no hay nada más indigno para un ciudadano que estar desempleado”, manifestó Temer, Temer volvería a ocupar la vicepresidencia
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