Vanessa Rial: “Que sea el día más feliz de mi vida y que pueda cerrar una etapa”
| 31 de Agosto de 2016 | 02:03

“Que sea el día más feliz de mi vida y que pueda cerrar una etapa”. Con esa expectativa Vanessa Rial (41) espera que su larga historia de violencia de género con Cristian Martínez Poch (54) llegue a su fin. Porque para ella los golpes, el encierro y las violaciones no se terminaron cuando la Policía lo metió preso. Al menos en su cabeza. Ella aguarda que el anuncio de la condena, que se hará hoy a las 10.30 de la mañana en las fiscalías penales de 7 y 56, incluya “un fallo ejemplar”.
Si bien todavía no se sabe de cuántos años será la pena que le darán al acusado, para Vanessa hoy habrá un antes y después. “Necesito estar tranquila sabiendo que va a estar preso y que no me va a poder hacer nada a mí o a mi familia”, había declarado antes de que empezara el proceso. A él lo acusan de haberla violado y golpeado mientras la mantenía cautiva durante unos 45 días, y de haber abusado y corrompido a dos de sus hijas cuando eran niñas.
Previo a las declaraciones y a todo lo que implicaba el debate oral, que duró alrededor de un mes, la abogada ya se veía venir el sufrimiento que iba a tener que soportar. Pero ayer agregó que “fue más doloroso de lo pensado, y muy conmovedor”.
El fallo será dado a conocer hoy desde las 10.30. La defensa del acusado pidió que se lo declare inimputable
El juicio estuvo a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal I de La Plata, integrado por los jueces Juan José Ruiz, Carmen Palacios Arias y María Isabel Martiarena. En la segunda jornada Vanessa fue convocada a declarar en primera persona.
“me pude descargar”
“La noche previa no dormí, y llegué a pensar que no podía ir a hablar ante el tribunal. Cuando estuve ahí, mientras iba contando todo, fui reviviendo cada golpe y cada violación. Pero en definitiva logré descargarme y me pude sacar una gran mochila”, expresó Rial, en una entrevista con EL DIA ayer a la tarde.
Esa última frase tuvo que ver con que en su presentación llegó a contar partes de su padecimiento que sólo había podido decirlas en sus sesiones de terapia psicológica o con su psiquiatra.
El día anterior las que habían declarado habían sido las hijas de Martínez Poch. Ellas lo denunciaron por abuso sexual, al parecer cometidos cuando las tenía a su cargo y eran menores. “Contaron cosas terribles”, según trascendió por entonces.
Todo lo que las chicas relataron fue una “larga pesadilla, que duró cerca de 8 años, desde que las niñas tenían entre 7 y 8, hasta que cumplieron 15 y 16”.
Los voceros indicaron que las hijas de Martínez Poch incluso estuvieron aterrorizadas ante la posibilidad de cruzarse con su padre. Por eso él acusado fue trasladado a una sala contigua. “Cuando él quería hacer alguna pregunta, ellas se tapaban los oídos para no escucharlo”, aseguraron fuentes de Tribunales.
“historias identicas”
Algunas ex parejas de Martínez Poch se presentaron también ante el estrado para contar cómo fueron sus noviazgos con él. En líneas generales, todas describieron situaciones de violencia, con golpes y malostratos. Para Vanessa, fueron todas “historias casi idénticas”, en las que a muchas “las psicopateaba”.
De cada una de esas situaciones, Rial se fue enterando por boca de su padre o de sus abogados, Julián Rimada y Martina Raffetto, presentes en todas las audiencias. Ella no pudo soportar la idea de presenciar alguna otra jornada después de haber declarado.
Como víctima y también como abogada, Vanessa destacó el “trabajo excepcional” de la fiscal Florencia Budiño y de sus letrados en sus alegatos.
Del otro lado, el abogado Martín Cerolini defendió a Martínez Poch. Vanessa opinó que la estrategia que desplegó el acusado estuvo plagada de “mentiras”, en las que “intentó mostrarse como psicópata para lograr que lo declaren inimputable”. Ella, sin dudas, está convencida de que él “actuó a consciencia”. Poch, en seis horas de declaración, negó todos los cargos por los que llegó al debate (ver aparte).
expectativa
Hoy se abre como una jornada decisiva y de emociones intensas. Una vez que el tribunal dicte la sentencia, muchas de las víctimas sentirán que hubo una reparación a los años de sufrimiento.
Si el fallo es “una condena ejemplar”, Vanessa podrá empezar a caminar más tranquila por la calle. Y a seguir con su vida con el nuevo rumbo que le dio una vez que fue rescatada del departamento de él. “Esto me cambió para siempre, pero por lo menos ahora puedo ayudar a otras víctimas de violencia de género”, dijo ella más de una vez. Hoy se percibe como una referente para que muchas otras personas puedan sobreponerse ante la adversidad.
“Quiero seguir trabajando y tal vez formar una familia en el futuro. Creo que voy a poder. Porque si pude superar todo esto...”.
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