Los vecinos de Tolosa siguen en alerta y movilizados por la ola de inseguridad

Hace dos semanas hubo una movilización importante en 117 y 532 contra la inseguridad. Parecía por entonces que la paciencia se había colmado y que sería difícil que la situación empeorara. Sin embargo, como los robos violentos siguieron pasando y la desprotección se sigue sintiendo, ayer se volvieron a reunir en el barrio.

El tono de este encuentro, que empezó anoche a las 19 en 116 y 530, fue diferente al de hace quince días. Se trató de una oportunidad para informar a los vecinos sobre la reunión que hubo con dirigentes municipales. Se divulgaron las promesas recibidas y se debatieron los pasos a seguir.

El lunes pasado cuatro representantes del barrio -entre ellos Pablo Pérez, uno de los impulsores de cada movida- se encontraron con el secretario de Seguridad Daniel Piqué, el jefe de la Policía Local Sebastián Martínez Pass, el secretario General Javier Mor Roig y el delegado comunal de Tolosa.

Fueron seis los ítems sobre los que se habló aquel día. El primero fue acerca de las cámaras de seguridad y al respecto está prevista la revisión de cuáles funcionan y se prevé la compra de nuevas, aunque aún no se licitaron.

Al parecer, uno de los proyectos comunales sería el de descentralizar el monitoreo urbano al abrir una nueva oficina en la zona de la rotonda de acceso a la Autopista. Según trascendió en la reunión de ayer, faltan algunos meses para que comiencen esa tarea.

“Anunciaron que ya algunas cámaras las están comprando. Al menos fueron directos y no tuvieron rodeos, nos pusieron al tanto de cómo se está trabajando”, rescató anoche uno de los vecinos que debatió con los funcionarios.

La tan mentada partición en dos de la cuadrícula policial (que abarca la zona comprendida por 1, 122, 514 y 532) fue otro tema del que se habló. En caso de hacerse, implicaría más recursos humanos y móviles para ese sector. Pero en la Municipalidad se desligaron de la cuestión: “Es algo que depende del Ministerio de Seguridad”, fue en resumen lo que les comunicaron.

Los controles de autos y motos fueron otro punto a atender. “Se empezaron a hacer pero tienen que ser constantes y rotativos, porque si no pierden efectividad”, evaluó Pérez.

La poda de árboles y la mejora en el alumbrado todavía son cuestiones pendientes en algunos puntos. También se acordó en la reunión que las obras en construcción tengan un cerco delantero para evitar posibles escondites de ladrones.

El último punto estuvo referido a la compleja cuestión social (ver Recuadro).

Cada uno de estos ítems sumados pintan el panorama de una localidad en riesgo, asediada por los ladrones en episodios violentos que se acumulan uno tras otro. Desde la Comuna prometieron y adelantaron soluciones. “Ahora nosotros tenemos que fiscalizar todo esto”, le dijo Pérez a sus vecinos.