Estambul: ataque armado a un boliche deja al menos 39 muertos
| 2 de Enero de 2017 | 02:59

Un hombre armado abrió fuego durante una fiesta de Año Nuevo en la madrugada turca de ayer en un concurrido boliche bailable en Estambul a orillas del río Bósforo, matando al menos a 39 personas, entre ellos muchos extranjeros, y luego huyó dejando el arma en el lugar. Versiones iniciales indicaban que el agresor actuó disfrazado de Papá Noel, lo que fue desmentido luego por las autoridades.
Cuando ocurrió el ataque, en la exclusiva discoteca “Reina” había entre 700 y 800 personas. Algunos saltaron a las aguas del Bósforo para intentar salvarse y fueron rescatados luego por la policía. Las autoridades hablaron de un solo atacante, pero algunos reportes, incluida información en redes sociales, sugerían que habría más. El gobernador de Estambul, Vasip Sahin, dijo que el agresor usó un “arma de largo alcance” para disparar “brutal y salvajemente” contra la gente, refiriéndose aparentemente a un rifle de asalto.
El ataque sacudió a Turquía, tras un fallido golpe de Estado en julio. El país, en los últimos meses, ha sufrido repetidos ataques, de los que culpa al grupo yihadista Estado Islámico (ISIS) así como a militantes kurdos. El país es miembro de la OTAN y además integra la coalición liderada por EE UU que lucha contra el grupo insurgente islamista.
Las fuerzas de seguridad en Europa estaban en alerta ante las celebraciones de Año Nuevo tras un atentado contra una feria navideña en Berlín, donde murieron 12 personas. Hace apenas unos días, un mensaje online de un grupo afín al ISIS pidió ataques de “lobos solitarios” contra “celebraciones, reuniones y clubes”. El diario Hurriyet citó a testigos diciendo que los atacantes gritaban en árabe cuando abrieron fuego en el boliche “Reina”. “Nos estábamos divirtiendo. Todos comenzaron a correr repentinamente”, dijo Sinem Uyanik, una mujer que estaba en el club, a Hurriyet, agregando que le pareció que había al menos dos personas armadas.
El incidente evocó el ataque de militantes islamistas en el club Bataclan, en París, en noviembre de 2015, en el que murieron unas 130 personas.
El ministro del Interior, Suleyman Soylu, dijo que 24 de los fallecidos eran extranjeros, y agregó que hay 69 hospitalizados, cuatro de ellos en estado crítico. Entre las víctimas hay ciudadanos de Arabia Saudita, Marruecos, Líbano, Libia, Israel, Jordania, India, Canadá y Bélgica.
“Como nación, combatiremos hasta el fin no sólo los ataques armados de grupos terroristas, sino también sus ataques económicos, políticos y sociales”, señaló el presidente, Tayyip Erdogan, en un comunicado escrito.
Ningún grupo se ha atribuido la responsabilidad, pero Erdogan vinculó los ataques con los acontecimientos en la región, donde Turquía afronta conflictos al otro lado de su frontera, en Irak y Siria. Unos tres millones de refugiados sirios viven en la actualidad en suelo turco. El hecho recibió la condena unánime de la comunidad mundial , así como del papa Francisco (ver aparte).
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