El uno por uno, no empujó a los albiazules como equipo

Más allá del nivel futbolístico alcanzado por Gimnasia-equipo, lo que tiene que ver con el rendimiento individual en la derrota de ayer como local de Lanús volvió a ofrecer una gama de situaciones por lo menos curiosas, con un plano general que estuvo por debajo de las necesidades de una escuadra que volvió a plantear un juego de arco a arco.

El rendimiento del uruguayo Brahian Alemán, como organizador, pareció representar lo más sólido de un Lobo que pagó con goles cada uno de los errores cometidos en defensa y que al ganar metros para llegar hasta el área de enfrente equivocó los caminos, una y otra vez, en oportunidades en forma increíble, y con los jugadores más capacitados de por medio.

Nicolás Dibble, el otro uruguayo que atacó para el equipo albiazul, ilusionó cada vez que arrancó llevando la pelota al pie, aunque a medida que llegaba a la zona de fuego, las ideas se derrumbaron, algo que se repitió con mayor rigurosidad en el caso de Nicolás Ibáñez.

Por lo demás, Lorenzo Faravelli fue de los que más veces movió la pelota, aunque sin creatividad, y menos precisión; mientras que los laterales Ezequiel Bonifacio y Lucas Licht aportaron poquito, casi nada, por afuera, al extremo que el Bochi fue reemplazado al finalizar el primer tiempo.

La defensa volvió a ser un punto débil, con un error de Alexis Martín Arias en el 1 a 0, no habitual en el juvenil arquero, y dos penales verdaderamente insólitos de Rinaudo, más todavía el segundo.

Alexis Martín Arias (5): Comenzó la tarde entregando un rebote que le costó el 1 a 0, y no tuvo mayores posibilidades para dar vuelta la historia.

Facundo Oreja (5): Aplicado en el juego, aunque demasiado, y esa intención de mantener el ordenamiento atrás le restó vuelo.

Fabián Rinaudo (4): Volvió a pagar las consecuencias de moverse en una zona donde todo le cuesta más, y cometió dos penales increíbles.

Omar Alderete (5): Un partido con matices el del uruguayo, a quien le faltó, entre otras cosas, asegurar el destino de la pelota.

Agustín Bolívar (5): El auxilio de una estructura defensiva que por momentos quedó a contramano, y para un juvenil fue demasiado.

Ezequiel Bonifacio (5): Rápido para transitar el lateral derecho, aunque sin afirmarse en ninguno de los sectores.

Lorenzo Faravelli (5): No clarificó en la medida de las necesidades, más por la cantidad de veces que dispuso de la pelota.

Brahian Alemán (6): De la línea media, el más encendido para organizar un juego que no prosperó por falta de precisión.

Lucas Licht (4): Sin participación en el trámite, a tal punto que al finalizar el primer tiempo se quedó en el vestuario para darle luz verde al ingreso de Colazo.

Nicolás Dibble (5): Bien cada vez que arrancó llevando la pelota al pie, mal cada vez que llegó a la zona de definición.

Nicolás Ibáñez (4): Otro que falló, y en forma increíble a veces, en la zona donde más cómodo se siente, que es el área.

ingresaron

Nicolás Colazo (5): Refrescó el ataque albiazul.

Nicolás Mazzola (5): Descontó de cabeza, y alimentó la ilusión.

Franco Niell (-): Pocos minutos.