“Me encontré con un club donde todos hablan de fútbol”
Edición Impresa | 4 de Octubre de 2017 | 02:58

Puntualmente llegó a destino. Eran las 18:30 cuando apareció caminando por la esquina de 3 y diagonal 80. Vestido con jean, chomba y zapatos. De buen humor pero cansado. Un tenis fútbol y un mini partido en el Country lo dejó agotado. Por eso pidió subir hasta el primer piso de este diario, donde funciona la redacción, en ascensor. Lucas Bernardi, el flamante técnico de Estudiantes, y una charla en la cual no dejó temas por tocar.
“Acá encontré todas las comodidades que podés necesitar como entrenador”, arrancó con haciendo un pequeño balance de su primera semana al frente del plantel. “Desde lo futbolístico mucho no puedo decir pero con la alegría de haber conseguido un resultado positivo el sábado y haber conocido un gran grupo”.
“Se cambió el ánimo. Se respira otra cosa. Tampoco había un clima intranquilo cuando llegué pero sí convulsionado. Hasta el próximo partido vamos a trabajar con tranquilidad”, continuó este rosarino de 40 años que por ahora vive en el Country de City Bell.
Contó que no conocía en la intimidad el predio, pero sabía de sus bondades. “Está bárbaro para el trabajo. Es un lujo que no abunda en el fútbol argentino”.
“Se cambió el ánimo. Se respira otra cosa. Tampoco había un clima intranquilo cuando llegué pero sí convulsionado”
Luego volvió a meterse en Estudiantes institución. No sólo que destacó su infraestructura y los nombres que están dentro y fuera del plantel. Contó su visión, la de alguien recién llegado: “Cada club tiene sus características pero tengo que reconocer que está muy bueno que el presidente haya jugado al fútbol y sea quien es. Y lo mismo el secretario deportivo. Pero tengo que ser sincero que más allá de ellos dos, me sorprendió que en este club todos hablan de fútbol. Pero todos eh, en el puesto o cargo que te imagines. Eso es llamativo, interesante y sirve”.
Bernardi recorrió la redacción de este medio. Aceptó el pedido de algún autógrafo, saludó a la sección Deportes y al se sacó una foto con dos hinchas que lo esperaban en la puerta. De alguna manera alteró la tranquilidad de la tarde.
Nació en Rosario, se formó en Newell’s pero su primera gran experiencia fue en Francia: jugó una temporada en Olimpique de Marsella y varios años en el Mónaco. Regresó en 2008 y dos años después fue campeón en la Lepra, de la mano del Tata Martino. Allí debutó como técnico y en poco tiempo pasó por Arsenal y Godoy Cruz. Esta es su cuarta experiencia.
“No tengo una escuela ni me gusta que me encasillen. Quiero que el equipo juegue simple. No vamos a hacer grandes cambios. De acá a diciembre hay que ganar e ir avanzando como equipo”, repitió para alejar los preconceptos que acompañaron su designación.
En Mónaco, ciudad en la cual vivió seis años, terminó de fortalecer su gusto por el rugby. Conoció a Frederic Michalak y fue a ver varios partidos. “Sé que en esta ciudad hay buenos equipos como en Rosario; espero ver algunos cuando el tiempo me lo permita”.
Antes de volver a City Bell cruzó la calle 46 y estuvo sentado en la mesa de El Equipo Deportivo. “El equipo necesita solidez y confianza, cuando lo logre empezaremos a probar otras opciones”, contó en esa charla y destacó: “Lo importante es el respeto, me gusta escuchar a todos”.
La charla se prolongó por espacio de una hora y fueron varios los temas que se tocaron, los debates y los intercambios de palabra. En los próximos días, la nota completa para conocer al nuevo entrenador de Estudiantes.
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