Allanaron el criadero de perros lobos y lo clausuraron para los visitantes
Edición Impresa | 6 de Octubre de 2017 | 02:14

Un minucioso allanamiento se realizó en el criadero de perros donde hace una semana un nene de cinco años salió lastimado. La cuestión sigue pasando por si se hirió por accidente o por el ataque de un animal, según las versiones cruzadas que hay. Pero el operativo de ayer tuvo que ver con inspeccionar las condiciones de salubridad y de habilitación del predio situado en el barrio El Rincón de City Bell.
Debajo de un cielo limpio y con el sol entre las copas de los árboles, varios profesionales entraron en las instalaciones de “Remember White”, situado sobre la calle 437. A la cabeza estaba el fiscal Alvaro Garganta, que entiende en la causa, y detrás de él llegaron policías de Villa Elisa, personal de la Dirección de Zoonosis de La Plata, de la dirección de Convivencia y Control Ciudadano, de Flora y Fauna provincial y veterinarios de la Bonaerense.
Los inspectores comprobaron que los animales estaban en buen estado de salud, aunque clausuraron el lugar a visitas por no tener habilitación
Cada cual hizo lo suyo. Los especialistas en salud animal verificaron las condiciones de los 30 perros lobos que según la policía se encontraron allí: 13 hembras, tres machos y 14 cachorros.
En general, coincidieron fuentes distintas, todos presentaban un buen estado de salud y estaban bien alimentados. El personal especializado comprobó que tres de esos caninos habían sido ingresados del exterior (dos de Estados Unidos y uno de España) con sus papeles de registro correspondientes.
Además de las lesiones que padeció el niño, “vinimos a comprobar si había infracción a la ley Sarmiento y a la de profilaxis”, señaló el fiscal Garganta en plena revisión. Su diagnóstico fue que “no se registraron maltratos en los perros, sin perjuicio de que puedan haber contravenciones en cuanto a la ley de fauna y a ordenanzas municipales”, expresó el funcionario.
Fuentes de la dirección de Flora y Fauna, dependiente del ministerio de Agroindustria provincial, confirmaron que dos inspectores del área labraron un acta de que no hay infracción porque no hay fauna silvestre allí. Zoonosis confirmó la legalidad de los ejemplares (ver Recuadro) y dispuso que quedaran en cuarentena (ver aparte).
La cuestión de las habilitaciones se divide en dos. Por un lado, como criadero “no se necesitan”, dijeron los encargados del operativo. Sin embargo, la otra cuestión tiene que ver con las visitas organizadas que se hacían al predio, con tarifas diferenciadas según el tiempo de permanencia y las fotos o videos que se llevaran como recuerdo.
En ese sentido, con la clausura que dispuso el Municipio el lugar quedó vedado a nuevos paseos pautados, como los que se ofrecían vía páginas web de publicidad, y que atrajeron la atención de, por ejemplo, Roxana Sívori y su hijo de cinco años.
Ella, su pareja, su madre y el nene, fueron al criadero en cuestión el 30 de septiembre pasado. Los primeros minutos transcurrieron en calma, hasta que la criatura se alejó del grupo y, segundos después, estaba lastimado en la cabeza, la espalda, el cuello y otras partes del cuerpo.
Qué pasó en el medio es la cuestión a resolver. La madre del chico alegó que fue atacado por uno de los perros lobos, el más grande, que “se le tiró encima y lo mordió, hasta que el dueño le gritó que lo soltara”.
Ese relato se contrapone con lo dicho por Orlando, el dueño del predio, acerca de que el niño se cayó en una zona en obra, y se lastimó con maderas, clavos y otros desechos.
La investigación se abre paso en un terreno fangoso de acusaciones cruzadas.
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