El síndrome de pánico

Edición Impresa

Por DR. NORBERTO FURMAN
Doctor en kinesiología y fisiatría

El individuo puede tener miedo a muchas cosas en su vida pero el peor es el que está orientado a lo desconocido y entonces el miedo se convierte en terror y más aún, cuando piensa que está en juego su salud, su vida, su existencia.

El síndrome de pánico es un trastorno que produce palpitaciones, sudoración, dolor y opresión en el pecho, temblor interno, nauseas, ahogos y sofocación y sobre todo miedo a morir. Estas crisis suelen durar unos 30 minutos pero se pueden producir en cualquier momento del día lo que angustia al individuo porque está esperando el ataque permanentemente y esto hace que se sienta inseguro lo que le impide salir de su casa, lugar que considera ámbito seguro. El paciente sale poco y cuando lo hace trata de pasar por lugares en los que lo conozcan, que haya gente que lo pueda socorrer si algo le sucede. Todo esto va creando un lento proceso de encierro en el que solo se siente seguro en su casa y rodeado de familiares.

Este síndrome afecta mucho más a mujeres que a hombres, aproximadamente un 80% y lo sufre un 20% de la población; cuando comienzan los primeros síntomas se asustan y terminan en un servicio médico de emergencia y luego se produce una larga peregrinación por diversos consultorios de clínicos, cardiólogos, gastroenterólogos, neurólogos, se someten a todo tipo de estudios y exámenes, ninguno acusa alteraciones. Por supuesto, la lógica conclusión del médico es que se trata de un paciente hipocondríaco que simula o exagera los síntomas, motivo por el cual el paciente es despreciado y no se le da importancia. La etapa peor sobreviene cuando el paciente se sumerge en una depresión con pensamientos suicidas, generalmente sus noches no son buenas porque son los momentos en que se elabora la propia muerte.

Los orígenes de esta patología no están totalmente establecidos, si se sabe que hay cierta predisposición genética y biológica para padecerla; hay quienes consideran que las causas son metabólicas. La cuestión es que muchos sufren los síntomas y no saben que se trata de una enfermedad con nombre y apellido. En Estados Unidos hay estadísticas que hablan que los enfermos realizan entre 10 y 15 consultas con todo tipo de especialistas antes de que se le detecte la enfermedad.

La solución pasa por una consulta adecuada de un equipo interdisciplinario; hay medicaciones especificas que mejoran notablemente los síntomas, así como también grupos y tratamientos que solucionan casi totalmente la afección en corto tiempo, algo que les parece fantasía a aquellos que padecen síndrome de pánico a través de años y que creía que era insoluble. Por suerte no es así, sus miedos son reales y hoy tienen solución.

 

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