Una posible reforma a la Ley de Salud Mental enfrenta a psicólogos y psiquiatras

La iniciativa, que cuenta con el apoyo de la Asociación Argentina de Psiquiatras, impediría que los psicologos sean ya jefes de servicios

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Luego de que el viernes pasado el gobierno nacional diera a conocer un proyecto de reforma del decreto que reglamenta la Ley de Salud Mental, las diferencias profesionales que a veces emergen entre psicólogos y psiquiatras quedaron a flor de piel.

Impulsada por la Dirección Nacional de Salud Mental y redactada a espaldas de las organizaciones que originalmente trabajaron para que en 2010 se aprobara la Ley, la iniciativa de reforma por decreto -que está a la firma del presidente Mauricio Macri- desató fuertes cuestionamientos por parte de psicólogos, gremios y organizaciones sociales que la ven como un retroceso en distintos aspectos.

Como denunciaron ayer durante una movilización convocada por el Colegio de Psicólogos de La Plata en el centro de la ciudad, el proyecto de reforma “busca reinstalar el modelo médico hegemónico, dejando en segundo plano no sólo a los pacientes como sujetos de derechos sino también o otras disciplinas de gran importancia para la rehabilitación. Entre ellas, la terapia ocupacional, la musicoterapia, el arte, la enfermería, la psicología, los acompañamientos terapéuticos y el trabajo social”.

“El decreto reglamentario que se busca imponer restituye al manicomio como el centro del tratamiento para los padecimientos mentales, lo que va en contra del espíritu de la Ley sancionada en 2010, la que constituyó un gran avance al reconocer a los pacientes como sujetos de derechos”, explicó la vicepresidente del Colegio de Psicólogos del distrito, María Soledad Colombo, durante una movilización que reunió ayer al mediodía a más de un centenar de personas en la esquina de 7 y 50.

Aunque negó que el conflicto sea “una pelea entre psicólogos y psiquiatras” ya que “de hecho psiquiatras que participaron de la movilización”, Colombo reconoció que “los médicos siempre tienen un lugar central en el discurso de la instituciones y lo cierto es que hoy la ley habilita a que otros profesionales -no sólo psicólogos sino también trabajadores sociales- puedan estar al frente de un servicio de Salud Mental”.

“Esta reforma no sólo atenta contra el espíritu de una ley hecha hace siete años a partir del consenso de un sinfín de especialistas y organizaciones, sino que además atrasa cuarenta años en materia de salud mental. En lugar de reconocer al paciente como sujeto de derechos, volvería a instalar el criterio biologicista y a poner las prácticas de encierro en un lugar central”, señaló por su parte María José Castesana, secretaria de Acción Social de ATE Provincia, una de las organizaciones que se sumaron a la movilización de ayer.

A FAVOR DE LA REFORMA

Del otro lado del mostrador, las autoridades de la Asociación Argentina de Psiquiatras hicieron pública una carta enviada al jefe de Gabinete de Ministros, Marcos Peña, donde le trasmiten su “conformidad con el Proyecto de Reglamentación de la Ley 26657 que se encuentra a la firma del señor presidente de la Nación” y consideran que la reforma “ será beneficiosa para los pacientes, sus familias y el equipo interdisciplinario”.

Una posición similar adoptó la Asociación de Psiquiatras Argentinos (APSA). La entidad difundió una declaración en la que reafirma su “irrenunciable defensa de los derechos humanos, en general, y de aquellas personas que padecen dolencias en la esfera mental en particular”, así como su “firme convicción acerca de la necesidad del trabajo multidisciplinario de las distintas profesiones, de acuerdo con sus competencias e incumbencias, para poder llegar a un diagnóstico y terapéutica más efectivos”.

“A partir de ello, sostenemos que la nueva Reglamentación de la Ley de Salud Mental (a la cual históricamente hemos criticado en algunos aspectos pero siempre hemos rescatado en términos globales y respetado en tanto normativa nacional) como todo instrumento legal es perfectible en el futuro y, por lo tanto, lo entendemos como una etapa propia de los tiempos actuales”, señala el texto de la Asociación de Psiquiatras Argentinos.

En ese sentido “la propuesta de Reglamentación de la Ley 26.657 es un avance que mejora aspectos de la ley, al dar precisiones indispensables que faltaban en el anterior instrumento; atiende al principio de congruencia normativa con otras leyes que regulan aspectos que atañen al campo de la Salud Mental”, agregan los directivos de la entidad en su declaración.

 

 

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