“Sumen oraciones a Dios, que él nos va a ayudar”, el pedido de la madre de un marino

Psicólogos, ex submarinistas y personal especializado, asisten a los allegados de los marinos en la base de Mar del Plata

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El jefe de la Base Naval de Mar del Plata, Gabriel González, afirmó que el grupo de 30 familiares de los 44 tripulantes del submarino ARA “San Juan” y que pasaron la noche en esa sede, “están contenidos psicológicamente y asistidos por personal especializado”.

González señaló, en conferencia de prensa, que el submarino “tiene autonomía para permanecer más de 15 días en esas condiciones” .

“Estoy esperanzada de que nos vamos a encontrar y que pronto vamos a estar todos juntos”, dijo a la prensa María Morales, madre de Luis Esteban García, uno de los tripulantes del buque, tras arribar a la base naval marplatense junto a su marido.

La mujer pidió que la sociedad “se sume con oraciones a Dios, que nos va a ayudar a salir adelante. Él nos va a escuchar” y señaló que los familiares “todavía no tuvimos contacto con el presidente Mauricio Macri (que se encuentra junto a su familia en la localidad cercana de Chapadmalal), pero sí nos reunimos con el ministro de Defensa, Oscar Aguad”.

“Estamos muy bien contenidos y apoyados en todo esto; será por eso que no perdemos la esperanza”, agregó Morales.

Dos psicólogos, un psiquiatra y miembros de la fuerza que se desempeñan o desempeñaron en los submarinos de la Armada Argentina forman parte del protocolo para acompañar y contener a los familiares y allegados de los 44 tripulantes del ARA San Juan, según se informó.

Hasta anoche algunas de las familias aún no habían podido llegar hasta Mar del Plata porque se encontraban en viaje desde diferentes puntos del interior del país.

Como se dijo, unos treinta permanecen desde el viernes en la base naval marplatense al tiempo que otros familiares, que viven en esa ciudad, se acercan hasta el lugar en los horarios prefijados para lectura de los partes oficiales.

De todas formas, desde la Armada se dejó en claro que ya se habían comunicado con cada uno de los familiares.

El trabajo de contención se completa con oficiales, suboficiales, cabos submarinistas y familiares de otros submarinistas que se acercaron de forma espontánea para acompañarlos.

“Hasta ahora, gracias a Dios se viene llevando con bastante tranquilidad, a pesar de la gran carga emotiva que tiene la situación”, explicó un informante sobre el clima que se vive en la base a la espera de novedades.

La novedad, confirmada al anochecer, de la existencia de siete llamados desde un teléfono celular, cayó como un bálsamo de esperanza entre los familiares.

“Estoy feliz”, dijo Claudio Rodríguez, hermano del jefe de máquinas del submarino, al enterarse de las novedades.

 

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