“El Silencio del Viento” y “Les Gardiennes”, Festival de Mar del Plata

Competencia Internacional

          El Silencio del Viento es la película del puertorriqueño Álvaro Aponte Centeno y muestra la historia de una familia que se dedica a hacer ingresar inmigrantes ilegales al país. El director se interesa por sus vidas. No la de los inmigrantes, sino por la de las personas que emprenden el rústico negocio familiar. Se interesa por mostrarlos como personas. Personas comunes, con un trabajo diferente. Por momentos tiene climas muy realistas, hasta documentales. Pero en otros momentos parece desentonar cuando con planos secuencia bien cuidados se muestran situaciones en otro registro, más ficcional. De todas maneras es una apasionante sumergida en los pormenores de este áspero mundo. El título es muy bonito pero no parece tener que ver con la película.  Ni el silencio ni el viento son protagonistas aquí, sino la desigualdad económica.

         Cuenta la productora de Les Gardiennes que le dio para leer la novela original al director Xavier Beauvois y este no la leyó durante 6 años. Beauvois en realidad quería filmar una película de guerra, pero como el presupuesto no le daba se decidió por esto. Una película situada en la primera guerra donde nadie dispara un sólo tiro. Se trata de la vida de las mujeres que, como todas las demás, deben hacerse cargo de la casa y el negocio familiar, en este caso, el campo. La madre ara la tierra, la hermana se ocupa del ganado y una nueva criada, también mujer, ayuda en la cosecha porque los hombres se han ido casi todos a la guerra, y los que no, están malheridos. Como si fuera Un Equipo muy Especial pero en tono de novela histórica europea. Lo cierto es que se arma una bella historia romántica con los hombres que van y vuelven de la guerra, que sirve también para seguir pensando el rol de la mujer en nuestros días. Además, es una buena oportunidad para hacer memoria y abordar nuevamente la tragedia de la primera guerra mundial, últimamente dejada de lado por el cine.

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