Sin arrepentirse, murió Charles Manson, uno de los criminales más famosos del siglo XX
Edición Impresa | 21 de Noviembre de 2017 | 02:14
Anciano, enfermo, con una esvástica grabada en el entrecejo y sin haber dado jamás la más mínima señal de arrepentimiento por su aberrante salvajismo, murió ayer a los 83 años el norteamericano Charles Manson, uno de los criminales más famosos del siglo XX.
El deceso de Manson se produjo en un hospital de California, Estados Unidos, según confirmó la hermana de una de sus víctimas.
Manson cumplía cadena perpetua en la prisión estatal de Corcoran (California) por los crímenes cometidos en 1969 por los miembros de la secta que lideraba, denominada “la masacre de Bel Air”, y días atrás había sido internado de urgencia a causa del severo agravamiento de su precario estado de salud.
Su víctima más resonante fue la bella actriz Sharon Tate, que estaba a punto de dar a luz a su primer hijo, fruto de su relación con el afamado director de cine Roman Polanski.
Según autoridades penitenciarias, Manson, que sumaba centenares de sanciones por mal comportamiento en la cárcel, murió por causas naturales sin que se diera a conocer la dolencia específica que padecía.
El asesino en serie murió en un hospital de la localidad de Bakersfield, explicó Debra Tate, hermana de Sharon Tate, luego de recibir una llamada telefónica de oficiales de la prisión donde permanecía encerrado Manson, condenado en 1971 por su papel en la secta y planificación de los asesinatos perpetrados por sus seguidores.
Manson estremeció a Estados Unidos en agosto de 1969 con una sangrienta espiral de violencia en la que él y sus secuaces de la secta, conocidos como “la familia Manson”, asesinaron a siete personas para provocar una guerra racial.
Manson no estuvo en el lugar de los hechos, pero tras un largo y mediático juicio fue condenado por ser el cerebro de los asesinatos.
Aquellos crímenes conmocionaron a la sociedad estadounidense y repercutieron mundialmente, al grado de marcar de forma simbólica un punto y aparte en la contracultura de los años 60 y el movimiento hippie.
Manson fue sentenciado a morir en la cámara de gas en 1971, pero la pena capital fue conmutada a cadena perpetua después de que los tribunales declararan inconstitucional castigar con la muerte a los reclusos en el estado de California.
Tras siete años en prisión fue declarado elegible para obtener la libertad condicional, pero le fue repetidamente denegada debido a que las autoridades concluyeron que aún era un preso muy peligroso.
En los últimos 20 años, Manson siempre se negó a comparecer en sus vistas para la libertad condicional y en una entrevista concedida a la revista de celebridades Vanity Fair en 2011 se describió como un hombre “mezquino, sucio, forajido y malo”, y aseguró que fue condenado por “ser la voluntad de Dios”.
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