Otros usos para el combustible y la producción de papel
Edición Impresa | 27 de Noviembre de 2017 | 03:38

La versatilidad de la caña de azúcar como materia prima es alta, y abarca desde la industria alimentaria a la papelera, pasando por la química, farmacéutica y de combustibles.
El tradicional cultivo que en nuestro medio tiene como epicentro las provincia de Tucumán y Jujuy puede transformarse en azúcar con diferentes grados de refinado, alcohol para uso antiséptico o elaboración de bebidas, combustible (etanol, “alconafta”), y pulpa para papel y celulosa.
También es aprovechable en productos aglomerados o para alimentación animal, pellets combustibles para estufas domésticas o biomasa para generación de energía térmica y fertilizantes orgánicos (compost).
El etanol o bioetanol es el alcohol obtenido de la caña de azúcar -o del maíz-, que luego de un proceso de deshidratación se puede utilizar como combustible, solo o mezclado con nafta.
Solamente en Tucumán se producen aproximadamente 1.400.000 toneladas de caña de azúcar anuales, lo que equivale aproximadamente a 369.600 toneladas de bagazo por cada zafra.
En el CEDECOR de la facultad de Ciencias Exactas local advierten que “la acumulación de enormes cantidades de bagazo de caña como subproducto resultante de la industria del azúcar presenta un problema de difícil solución en cuanto a la eliminación de residuos, y hasta el momento se han desarrollado muy pocos usos comerciales para su deposición final, algo para lo que el proyecto de su uso en aplicaciones de saneamiento puede aportar soluciones”.
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