San Carlos “ardió” por la falta de agua en un día agobiante

La calle 147 desde 34 a 47 fue una de las más afectadas por la escasez del servicio. Los vecinos dijeron que ya no saben qué hacer

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La gente de San Carlos se sentía ayer “en llamas” a raíz de la jornada de intenso calor que tuvo que soportar prácticamente sin una gota de agua durante casi todo el día.

El problema se sufrió con mayor intensidad en la zona comprendida por las calles 147 y 146 desde 34 a 47. La queja común fue que desde hace un mes la “sequía” se fue pronunciando, pese a que obreros de Absa hicieron en el barrio diferentes tareas de reparación de averías.

“No tengo nada de agua, recién a la madrugada sube un poco, pero igual tengo que prender la bomba para abastecer una cisterna; además si así estamos con los primeros calores, ni pensar qué va a pasar en un mes”, señaló José Alfredo Aguilar, vecino de 147 entre 46 y 47.

En esa casa, como en muchas otras de la cuadra, se realizaron numerosos reclamos, incluso al ente regulador OCABA, pero el agua sigue escaseando.

A pocos metros de esa vivienda, un vecino señaló que el 15 de noviembre pasado, luego de una denuncia hecha en el ente regulador, un inspector de OCABA constató a través de mediciones que a 10 metros de la línea municipal, la presión de agua no superaba una columna de un metro.

“Con esa presión se sabe que el agua no alcanza para llegar a una canilla o al baño y eso que en casa hay una cisterna desde hace 10 años”, apuntó uno de los vecinos damnificados por la falta de agua.

En ese contexto, la gente trató de pasar el agobiante día de calor como pudo y controlando a cada rato si el servicio se normalizaba.

“Hace 10 años que nos pusieron el agua corriente y siempre tuvimos baja presión; los reclamos los hacemos, pero no pasa nada”, sostuvo Jorge Omar Giles, vecino de 43 y 146.

Un comerciante de la misma cuadra señaló que hace unas semanas una cuadrilla de Absa hizo unos arreglos en la zona que solucionaron una pérdida de agua.

“Trabajaron con mucha eficiencia, hicieron un cambio de caños por debajo del pavimento, pero nos dijeron que, si no hay presión continuaríamos con el problema y así fue”, dijo Esteban Ledesma, comerciante de esa zona de San Carlos.

A raíz del problema de presión, la gente está muy atenta a las canillas y en cuanto notan un poco de presión tratan de juntar algo de agua o llenar las cisternas.

“Se paga 600 pesos por un servicio que gran parte del mes no tenemos”, afirmó otro vecino.

Andrea Colaian, un joven madre, relató las penurias que pasa a diario por la falta de agua. “No tenemos agua ni para bañarnos, entonces vamos a la casa de mi mamá que vive a unas cuadras; agotamos todas las instancias de reclamo, incluso hicimos una presentación al Defensor del Pueblo, vinieron los operarios, hicieron una obra, pero seguimos sin agua”, apuntó la mujer.

 

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