Riego y abonos: dos aspectos clave para mantener el jardín espléndido

En esta época del año se deben redoblar los esfuerzos para el cuidado de los espacios verdes. Pero hay que tener presente que se debe vigilar en forma periódica si la cantidad de agua es la necesaria.

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El jardín necesita cuidados especiales para poder estar en las mejores condiciones cada día, y ahora que llega el buen tiempo es cuando más partido se le saca a este fantástico espacio exterior.

Riego y abono en verano son dos de los cuidados más importantes que debemos darle al jardín en cualquier época del año, a pesar de que hay quien dice que en verano no debe abonarse, es precisamente cuando más debemos preocuparnos por hacerlo.

A partir de la primavera y hasta el mes de abril, es recomendable abonar tanto las plantas de flor como las plantas verdes. Cada planta, jardín o cultivo puede tener una periodicidad diferente en el abono, pero hay consejos generales para el abono de plantas que vienen muy bien conocer.

Aunque los fabricantes de abonos recomiendan aplicarlo cada 15 días en verano, ese plazo es para plantas en maceta, en el caso de plantas directamente en el jardín será suficiente con hacerlo una vez al mes.

El primer abono de cara a la temporada de verano debe hacerse en la primavera, eso hará que se estimule el crecimiento de las plantas tanto en jardín como en patios o terrazas.

Si las plantas son verdes, bastará con un abono universal. Cuando ya el verano está llegando a su fin, lo mejor que puedes hacer es utilizar un abono de liberación lenta, así no se tendrá que volver a pensar en ello hasta que llegue la próxima primavera.

En cuanto al abono del césped, es indispensable que utilices un fertilizante rico en nitrógeno y que tenga un buen equilibrio de fósforo y potasio.

En lo que hace al riego, es uno de los cuidados que más influye en el desarrollo de jardines y plantas cuando llega el verano y aumentan las temperaturas.

No todas las plantas necesitan la misma cantidad de agua, depende principalmente de la especie, ubicación o tipo de suelo, entre otros.

Para regar las plantas de interior en verano debes tener claro que aumentará la frecuencia de riego con respecto al resto del año, algo lógico ya que al hacer más calor el agua se evapora con mayor facilidad.

En el caso de los helechos, se debe regar a diario y vigilar que la maceta drene bien para retirar el agua que sobra justo después de regar.

El riego del césped es también muy importante para que el jardín pueda lucir en perfectas condiciones. Si el jardín es grande, lo mejor es optar por un sistema de riego por aspersión, ya que no solo hace el trabajo por sí mismo sino que permite ahorrar grandes cantidades de agua.

Cuando hay árboles y arbustos en el jardín, normalmente se aprovecha el riego del césped, pero al ser un riego superficial no es el más adecuado. Si ambos elementos no se riegan de manera individual, se corre el riesgo de que sean las raíces más profundas las que concentren la mayor parte del sistema radicular, y eso repercutirá en que puedan enfermar con mayor facilidad y no crecerán lo que deben.

 

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