Juego de especulaciones por la vacante en la Corte
| 1 de Febrero de 2017 | 01:44

Por MARIANO PEREZ DE EULATE
En el mundillo Cambiemos se ha convertido en todo un ejercicio de especulación la manera en que se moverá María Eugenia Vidal para completar la vacante que se abrió en la Suprema Corte de Justicia bonaerense con la jubilación de Juan Carlos Hitters. Es un sillón trascendente que pone a la Gobernadora frente a un interesante desafío institucional.
Los nombres van y vienen, generosos y hasta inverosímiles, como si se tratara de llenar un casillero vacío de poca monta. Hay algunas certezas: contrariamente a lo que sucedió cuando Mauricio Macri debió completar la Corte Suprema nacional, la Gobernadora no caerá en apresuramientos dañinos para su imagen y para el sistema político provincial. Por historia y tradiciones, los dos tribunales no son comparables. También, que será una decisión de ella, de la que el Presidente obviamente se enterará por su boca pero en la que no tendrá injerencia.
Vidal no tendría apuro para impulsar el reemplazante de Hitters en el máximo tribunal de la Provincia
Aunque Vidal esté decidida a influir directamente sobre la futura designación, tampoco mostrará el apresuramiento que sí evidenció ella misma con la saga del reemplazo de la ex jefa de los fiscales provinciales, María del Carmen Falbo, quien fuera sucedida por un hombre del oficialismo: Julio Conte Grand.
Es probable incluso, como se especula en el ambiente judicial y de lo que ya dio cuenta este diario, que Vidal esté esperando que otro miembro de la Suprema Corte inicie los trámites jubilatorios, para tener así dos sillones vacantes disponibles y no uno solo. Eso podría llevar el tiempo de las definiciones a marzo o abril, admitió ante EL DIA una alta fuente del gabinete vidalista, y le daría a la Gobernadora un esquema más amplio para negociar nombres con la oposición. El problema para ella sería, cuentan voceros oficiosos del Tribunal, que los miembros que quedan no muestran vocación de retirarse.
Algunas fuentes dicen que Vidal tiene la idea fija de nombrar a una mujer en la Corte provincial. Una versión menciona, en ese sentido, a una senadora nacional por peronismo. No se le da demasiado crédito, porque es una cristinista acérrima a la que no se le conoce una carrera demasiado extensa vinculada al Derecho.
Si de mujeres se trata, en el PRO es un secreto a voces que el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, estaría metiendo mucha presión para que se fijen como posible próxima integrante de la Suprema Corte en su esposa, María Fernanda Nuevo, que es jueza de ese distrito del norte del Conurbano bonaerense. El problema para Posse, de origen radical, es que en el macrismo se encuentra un poco aislado políticamente.
Y siempre está Elisa Carrió y su cruzada judicial bonaerense, aún cuando no se sepa todavía a ciencia cierta si será candidata a legisladora en territorio bonaerense. Según fuentes de la Coalición Cívica, Lilita tendrá “in péctore” el nombre de una mujer para proponerle a Vidal, llegado el caso de que la Gobernadora se lo solicite.
El ex ministro de Justicia provincial, Carlos Mahíques, también suena fuerte. Sería un nombre vinculado a Vidal, que el peronismo no rechazaría. Algunas fuentes vidalistas dicen que cuando dejó el ministerio para ser reemplazado por Gustavo Ferrari se llevó esa promesa de La Plata.
El radicalismo bonaerense, el principal aliado del PRO en Cambiemos y que se caracteriza por tener muchos cuadros expertos en Derecho, tiene algún nombre en carpeta. Pero, según fuentes del Comité Provincia que preside el vicegobernador Daniel Salvador, no ha tomado aún la decisión política orgánica de ir por un sillón en la Corte. “La prioridad por ahora es la negociación por las listas legislativas”, explican.
La vacante en la Corte bonaerense es eje de negociaciones y especulaciones con nombres de lo más variados
Vidal y el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, se han reunido para hablar de este tema. Massa es, por ahora, un aliado político que garantiza cierta gobernabilidad legislativa. Una idea que se barajó entre ellos es buscar un nombre “potable”, acaso no identificado con ninguna facción política, que pueda ser fácilmente defendido por ambos. A Vidal no le conviene aparecer “regalándole” un juez a Massa y éste, en año electoral, debe procurar despegarse algo de la Gobernadora.
Operadores massistas intentaron colar durante enero el nombre del camarista Fernando Mancini, teóricamente cercano a Massa y a otros referentes del sector, como posible candidato del tigrense. Un gesto que no cayó nada bien en la Gobernación.
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