“No trabajaba más porque el día no tiene más horas”
| 8 de Febrero de 2017 | 01:51

La historia de Maruja y Shirley siempre tuvo que ver con el trabajo, el esfuerzo y las ansias de superación. Desde que abandonaron Perú hace una década, se afincaron en dos barrios distintos de Ensenada. Estuvieron en el del Hongo (donde pasaron sus últimos días) y el Mosconi, donde tuvieron su anterior domicilio.
El principal trabajo que le conocieron a la mujer fue el de ser enfermera en distintos sitios. Básicamente, “cubría francos en hospitales como el Rossi, el Gutiérrez y el Cestino”, pero además cuidaba ancianos y enfermos a domicilio. “Siempre que le salía algo iba a cubrirlo. No trabajaba más porque el día no tiene más horas”, destacaron sus vecinas.
Ella había mantenido una relación estable con un hombre del que ahora estaba distanciada y quien, mayormente, se encargó de la crianza de la niña, huérfana de su padre biológico.
En Moreno entre Sarmiento y Marqués de Avilés, madre e hija alquilaban una pequeña cochera de una casa donde viven un hombre y su madre mayor de edad. “Pagaban 1500 pesos por mes y estaban buscando otro lugar para mudarse”, contó Mabel, que vive en la misma cuadra.
Igual de estricta parecía la rutina de la chica de 15 años. “Nunca la veíamos sola, siempre con alguna amiga o con alguien de confianza. No salía mucho a la calle”, indicó Aida, también vecina. Por eso “no nos resultó raro no verlas por algunos días”, explicaron en la cuadra.
Maruja tenía otros dos hijos, un varón y una mujer, que quedaron viviendo en Perú. La chica, Kimberley, habló con EL DIA: “Estamos desconcertados porque no nos enteramos de nada por la Policía”, declaró, y pidió ayuda para poder viajar a Argentina y repatriar los cuerpos.
Kimberley recordó ayer que tuvo un breve contacto telefónico con el principal acusado. Según dijo, fue el 23 de diciembre, cuando “llamé a mi mamá por el cumpleaños y me dijo que había ido este amigo, con una torta y un regalo”.
La chica admitió que parecía “muy amable y prometió cuidar bien de mi madre y mi hermanita”. Este sujeto le habría ofrecido a Maruja trabajar como barrendera en una empresa de limpieza por 7000 pesos. Shirley, por su parte, llevaba una vida tranquila. Había pasado al tercer año en la Escuela 13 de Ensenada. No tenía novio y soñaba con ser cantante.
De Hugo Hidalgo se sabe que tuvo algún contacto con la vida militar, aunque los investigadores están tratando de aclarar este punto. Estuvo en pareja con una mujer con quien tuvo un hijo y ella negó ayer haber sufrido algún tipo de violencia.
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