Kabaddi: el canto sagrado
Edición Impresa | 1 de Marzo de 2017 | 04:51

Por ADRIAN D’AMELIO
ENTREVISTA
Eugenio Petermann llegó a nuestra ciudad desde Pinamar para estudiar el profesorado de Educación Física, pero nunca se imaginó que el año pasado iba a representar a la Argentina en una competencia internacional como fue el Campeonato Mundial de Kabaddi, en la India.
Muchos lo descubrieron haciendo zapping en la tele y terminaron enganchándose con la competencia. Pero en concreto, ¿qué es el Kabaddi? Es uno de los deportes más antiguos que se conocen, originario del sureste asiático, que comenzó a practicarse hace 4 mil años (ver aparte).
El “Pipi” Petermann, que se considera un platense más, fue uno de los integrantes del equipo nacional, junto a otros tres representantes de nuestra ciudad: Jorge Barraza, Sebastián Desocio y Román Cesaro, que también formaron parte del seleccionado.
Claro que para Petermann (papá de Milo, de 14 meses) esa idea de que una vez recibido se iba a dedicar a ser “profe” en una escuela o preparador físico de un equipo, cambió radicalmente en 2011 cuando participó en un congreso de capacitación de deportes alternativos que se llevó a cabo en Ezeiza.
“Ese encuentro sobre deportes alternativos cambió mi idea sobre la Educación Física aplicada a las distintas disciplinas deportivas. Por eso empecé a buscar variantes teniendo en cuenta que en mi infancia siempre practiqué la natación”, afirma “Pipi”, de 26 años y que en 2009 empezó a cursar el profesorado en la UNLP.
Petermann mide 1,92 metros y fue uno de los “raider” del equipo argentino de Kabaddi. Pero, ¿cómo llegó a formar parte del seleccionado que representó a nuestro país en el Mundial?
“Comencé a practicar Ultimate Frisbee (un deporte que se disputa en un campo de juego con un disco de playa). Inclusive ahora conformamos un equipo que se llama La Jauría. Se comunicaron conmigo y me preguntaron si me interesaba ser parte del conjunto argentino en el Mundial de Kabaddi, en la India. La decisión no fue fácil, porque tenía un hijo de pocos meses, pero mi esposa Rocío me terminó de convencer para que vaya”, afirmó durante el mano a mano con este diario.
Más adelante agregó que “comenzamos a entrenar en diferentes lugares. En lo que respecta a lo platenses, lo hicimos en las instalaciones del Club Deportivo La Plata. En fin, viajamos a la India, donde estuvimos un mes. Nos tuvimos que adaptar a sus costumbres y sobre todo a la comida, pero al igual que el resto de los integrantes del seleccionado vivimos una experiencia inolvidable y sobre todo representando a nuestro país”.
“Pipi” resalta que la televisación del Mundial le dio una gran difusión al Kabaddi. “Nosotros fuimos con la idea de adquirir experiencia y hacer el papel más honroso posible, teniendo en cuenta que delante nuestro teníamos verdaderas potencias de este deporte. Y creo que lo logramos pese a no ganar en ninguna de nuestras cinco presentaciones”, sostuvo.
Petermann añadió al respecto que “en países como la India, los deportistas que practican Kabaddi son verdaderas celebridades y en nuestro caso cuando íbamos por la calle, la gente nos reconocía y nos pedía autógrafos o se arrimaba para sacarse alguna selfie. Algo increíble”.
Entre las particularidades que tiene este deporte es que el “raider” (posición que ocupó Petermann) cuando pasa al ataque constantemente tiene que estar diciendo la palabra Kabaddi, ya que sino el jugador es descalificado. “Es algo así como un canto sagrado”, reafirmó “Pipi”.
Por último, Petermann explicó que “nuestra intención es darle difusión al Kabaddi como a otros deportes alternativos, cuya práctica es accesible para todos aquellos que quieran jugarlo. Solamente hace falta tener ganas”, cerró.
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