Condenado a 4 años y 6 meses de prisión por pegarle a su ex mujer en Berisso

La Justicia Penal platense condenó ayer a cuatro años y medio de prisión y ordenó la detención porque había llegado a juicio libre, de un camionero de Berisso, acusado de haber golpeado y lesionado gravemente a su ex mujer, según la sentencia, en el marco de una situación de violencia de género.

La pena, dictada por el juez penal Juan José Ruíz, recayó sobre el imputado Leonardo Eugenio Wasilevicz (54), quien ayer no se presentó a la lectura del veredicto y por ello, el juez ordenó que sea allanada su casa para lograr su captura.
En el fallo, que fue ayer muy celebrado con aplausos y gritos por parte de familiares y allegados de la vícitma,  el juez dio probado que “ el 3 de diciembre de 2013, cerca de las 23, en una casa ubicada en manzana 15, casa 344, del barrio Juan B. Justo, de Berisso, Rita Fabiana Martín, luego de discutir con su ex marido (Wasilevicz), fue víctima de violencia de género”.

También describió que la mujer “recibió, por parte de su ex, una golpiza que le ocasionó la pérdida del conocimiento y lesiones graves que la incapacitaron por más de un mes”.

En la sentencia se detalló que la víctima debió ser internada en el hospital de Berisso, con fractura de mandíbula.

El magistrado describió en el veredicto que “la violencia de género quedó demostrada por las numerosas denuncias por maltrato, amenazas y lesiones previas a la presente causa”.

En su voto, el doctor Ruiz, que actuó como juez unipersonal del Tribunal Oral en lo Criminal I de La Plata, descartó los argumentos de la defensa del acusado, que “intentó desacreditar a la víctima, al mostrarla como una bebedora consuetudinaria, perdida en el alcohol, y por cuya enfermedad se caía constantemente, justificando así los golpes que presentaba la mujer”.

Sobre ese argumento defensista , el juez explicó que “en primer término la víctima no es materia de juzgamiento; y en segundo el que la víctima sea bebedora es una consecuencia directa de los reiterados hechos de violencia que sufría de parte de su marido, a tal punto es cierto esto, que al separarse, ya lejos de su habitual agresor, se alejó del consumo de alcohol, tal como lo relataron en el juicio sus hijos, quienes señalaron que la madre estaba cambiada, mucho mejor, desde que se alejó del ahora acusado”.

“Para mí ella tomaba para tapar algún problema”, precisó uno de sus hijos en el juicio.

“”Mas allá de ello, el hecho de ser bebedora no justifica para nada que pueda ser brutalmente agredida, al punto de presentar fractura de mandíbula y los ojos negros de los golpes”, aclaró.

También dijo que ese intentó de la defensa “con testigos de dudosa imparcialidad hacer creer que la mujer estaba golpeada por caídas de las escaleras, algo totalmente inverosímil, según la opinión destacada de los médicos de la Asesoría Pericial”.

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