Intimidad del duelo de la viuda de John F. Kennedy
Edición Impresa | 9 de Marzo de 2017 | 05:32

Los trágicos y difíciles cuatro días que van desde el asesinato de JFK el 22 de noviembre de 1963 en Dallas hasta su entierro en el cementerio de Arlington vistos a través de los ojos de su esposa, son el nudo narrativo de “Jackie”, la película de Pablo Larraín que protagoniza Natalie Portman y que se estrena hoy en salas argentinas.
El filme, que tuvo su premiere mundial en el último Festival de Venecia y que le valió a Portman su tercera nominación a los Oscar (ganó en 2011 con “Cisne negro”), no está contada desde una lógica cronológica sino a partir de estructura emocional e intenta en todo momento, a modo de un diario personal y complejo, estar junto a Jackie y sus circunstancias.
En esta construcción, la película, que evoca a una de las grandes figuras públicas de la década del 60, que además de haber sido la primera dama más joven de los Estados Unidos se convirtió en un ícono que marcó tendencias de estilo y estética, se vale de tres momentos o instancias, que va intercalando en su desarrollo.
Uno es la entrevista que Jackie ofrece una semana después del entierro de JFK al periodista Theodor White de la revista “Life” y donde quiere contar su visión de JFK, la relación de ambos y lo sucedido; otra es una visita guiada por la Casa Blanca que ella hace para la televisión en febrero de 1962 en un momento de apogeo de la pareja presidencial (que es prácticamente un calco de la verdadera); y la tercera es la que relata todos los sucesos del asesinato de John F. Kennedy en una visita a Dallas en noviembre de 1963, los entretelones de la toma del poder por Lyndon Johnson, y los preparativos y decisiones que se toman respecto de los funerales y el entierro en el Cementerio de Arlington.
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