Lo juzgan por dinamitar a la ex suegra y se declaró inocente

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Un minero acusado de haber dinamitado a una mujer que se opuso a que mantuviera una relación amorosa con su hija adoptiva adolescente y, a un remisero que había pasado a buscarla, se declaró ayer inocente en el inicio del juicio, pero reconoció que a los explosivos los obtuvo en la mina para la que trabajaba y se los vendió a un curandero, que ocasionó la detonación.

“Los explosivos los conseguí en un basural del yacimiento minero Farallón Negro, donde todo el personal de la planta tiene acceso y no hay ningún control”, dijo José César Rodríguez (38) ante el Tribunal Oral Federal en lo Criminal de Catamarca que comenzó a juzgarlo por el “doble homicidio agravado por ensañamiento y alevosía” de María Justina Flores (65) y Nery Ángel Santos (26).

El minero declaró que no tuvo ninguna participación en el atentado contra su ex suegra, pero admitió que el material que adquirió en la empresa Yacimientos Mineros de Agua de Dionisio en Farallón Negro, departamento Belén, se lo vendió a un curandero al que identificó como “Richard”, conocido de Flores.

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