Zafó de los secuestradores por un choque

Un empresario fue secuestrado cuando llegaba a su casa del barrio porteño de Mataderos y escapó arrojándose del auto en el que lo llevaban cautivo en la zona de Morón.

Fuentes policiales indicaron que el hecho se inició poco antes de las 20.30 del lunes en la esquina de Montiel y Pizarro, donde cinco delincuentes armados a bordo de una camioneta BMW X5 blanca robada, interceptaron el Audi S3 azul conducido por el empresario Carlos Jorge Scorciapino (55).

Los captores hicieron subir a Scorciapino a la camioneta blanca y se lo llevaron rumbo a la zona oeste del conurbano bonaerense, mientras que el Audi azul de la víctima fue abandonado a la vuelta de la comisaría 44 de la Policía de la Ciudad, en Versalles.

Mientras tanto, los secuestradores se comunicaron con la familia de Scorciapino. Su padre, Carlos (82), dijo que los captores lo llamaron tres o cuatro veces y le dijeron: “Tenemos a Jorge, juntá la plata o te lo devolvemos en pedacitos”.

“Yo no podía entender bien lo que decían”, recordó el hombre en la puerta de su casa de Montiel al 1700, y definió al barrio en donde vive como “tranquilo”.

El padre del secuestrado declaró que al momento del llamado “estaba solo” en su vivienda y que la primera comunicación la realizaron cerca de las 20.30, es decir, apenas unos minutos después de la captura de su hijo.

Además, agregó que una vecina fue quien llamó a la policía, porque vio el momento en el que se llevaban a su hijo y aseguró que antes de eso los delincuentes pretendieron asaltar a una mujer.

Los secuestradores escaparon con Scorciapino rumbo a la zona oeste tomando la Autopista del Oeste, pero en la bajada de la autovía, a la altura de la localidad de Morón, el empresario abrió la puerta de la camioneta, que había reducido la velocidad, se arrojó al pavimento y huyó corriendo con dirección a un reconocido shopping de la zona para pedir auxilio. Según le contó Scorciapino a su padre, los delincuentes “chocaron a dos o tres coches” y al bajar la velocidad para evitar un nuevo impacto, fue el momento que aprovechó para huir.

Las fuentes policiales agregaron que el empresario no sufrió heridas.

“No le sacaron nada porque no tenía nada. Le pegaron dos o tres bifes pero está bien”, agregó el padre de la víctima, quien afirmó que, a su criterio, el secuestro fue al “voleo”.

“Me putearon y me dijeron que me lo iban a entregar en pedazos y que les juntara la plata”, agregó el Carlos, pero, acerca del pedido de rescate, dijo que no le decían “monto ni nada”.

“Yo tengo 82 años, laburo, nada más. Ahora estoy más aliviado pero estoy muy nervioso”, explicó el hombre, quien dijo ser hipertenso y que se descompuso durante el episodio, por lo que los médicos del SAME le recomendaron reposo.

En el operativo por el secuestro del empresario Scorciapino, quien es soltero y vive con sus padres, tomó intervención la Brigada Antisecuestros de Policía Federal y la comisaría 42 de la Ciudad.