Obras “contra reloj” para frenar el agua

Edición Impresa

El presidente del Comité de Cuenca de la laguna La Picasa, Juan Carlos Duhalde, afirmó que “se trabaja contra reloj” para evitar el desborde total de la laguna, que se daría en poco tiempo si mantiene su sostenido ritmo de crecida “ya que aumenta su nivel a un centímetro por día”, y advirtió que si la laguna rebalsa “podrían desaparecer pueblos en el sur santafesino”.

“La laguna crece a un ritmo de un centímetro por día y ya ocupa entre 16 y 18 kilómetros de la ruta siete. Trabajamos más que contra reloj con obras para evitar que siga ingresando agua porque si rebalsa no sólo podrían desaparecer pueblos en Santa Fe sino que una masa hídrica muy importante ingresaría a Buenos Aires”, dijo Duhalde.

Un canal aliviador que tendrá mas de 6300 metros y que erogará cinco metros cúbicos por segundo desde la laguna se construye en territorio santafesino para evitar la situación. El canal termina a 80 kilómetros de la provincia de Buenos Aires pero esa agua que se sacará de la laguna escurrirá hacia territorio bonaerense, lo que es resistido por los municipios.

Es que el norte bonaerense ya se encuentra muy afectado por el ingreso de agua proveniente del crecimiento de la cuenca del río Salado, lo que compromete especialmente los campos y la actividad agropecuaria de municipios como General Villegas, América, Rivadavia, Pehuajó, Carlos Tejedor y Junín, en donde el 50% del distrito está bajo agua.

Precisamente es en este partido en donde el intendente decidió construir un terraplén de 10 kilómetros para proteger el casco urbano ante el desborde de una laguna que se nutre del río Salado. A su vez, desde Infraestructura bonaerense se aseguró que la provincia “no tiene capacidad para recibir más agua” proveniente de la Picasa.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE