Maniataron a la jueza Claudia Greco en un asalto en su vivienda de Tolosa

Según los ladrones, fueron en venganza por un detenido. Y le dijeron que buscaban plata para pagarle a un abogado

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El asalto cometido en la mañana de ayer en la casa de una jueza platense no sólo se caracterizó por su violencia, sino que además dejó indicios de que habría tenido un fuerte trabajo de planificación. La propia víctima, Claudia Greco, titular del Juzgado Correccional Nº 4 de nuestra ciudad, repitió una y otra vez que “vinieron sabiendo dónde actuaban. Acá hubo inteligencia previa”.

La magistrada, que accedió a hablar con EL DIA sobre lo ocurrido, vive en la calle 531 entre 2 bis y 3, en la localidad de Tolosa, que se ha convertido en un terreno muy fértil para los episodios de inseguridad.

Greco, que no es la primera funcionaria en sufrir un asalto (ver aparte), atendió a personal de Policía Científica, que se encargaron de todos los peritajes, y después contó que “me fui a media mañana de acá y, esto pasó cerca de las once, cuando mi empleada estaba en el lavadero. Ahí se le apareció un delincuente, que le apuntó con un arma de fuego y le ordenó ir con él hacia la planta alta”.

Según explicó la jueza, después apareció en escena un cómplice, quien comenzó a interrogar a la mujer sobre los horarios de la familia y a exigirle que diga dónde guardaban el dinero.

Algunos detalles del ataque, como la información que los ladrones manejaban sobre la actividad que desarrollaba la víctima, llamó la atención entre los investigadores

Greco indicó al respecto que “la hicieron sentar en mi cuarto junto con mi perrito, un yorkshire. Y como ella les explicó que de verdad desconocía dónde había plata, se ocuparon ellos mismos de revisar toda la casa. Me dejaron un desorden importante en varios ambientes”.

En ese instante, ignorando por completo que su empleada doméstica estaba en manos de dos delincuentes, la jueza Greco regresó a la vivienda alrededor de las 11.30. Estacionó su vehículo y enseguida ingresó a la propiedad. Preguntó dónde estaba y la empleada le respondió desde el piso de arriba, claro, obligada por el caño de un arma de fuego y sin poder dar otras precisiones.

La magistrada entonces se quedó en la planta baja y “apenas abrí la heladera, se me vino encima uno de los dos asaltantes, que me encañonó y me llevó a la escalera”, recordó la jueza.

Previamente, en una desafiante advertencia, el ladrón le dijo: “Tranquila. Si colaborás, no te va a pasar nada”, agregó.

En esas circunstancias y, en base a lo que dio a conocer del hecho, en ese sector de la finca se vivieron los momentos más tensos del audaz asalto.

“Ahí vi al otro delincuente, que apenas subí me llenó de miedo. Me gritó `esto es un ajuste de cuentas, porque metiste en cana a mi hermano y queremos plata para pagarle al abogado`. A todo esto, yo sabía que ya habían juntado una suma de dinero en dólares y algo menor en pesos (cuyas cantidades evitó precisar)”, consignó.

Se supo que eso no fue lo único que le sustrajeron. Y al respecto, detalló que “además me sacaron varias cosas de oro, como un reloj, pulseras, cadenas y aros”, como también pertenencias de sus hijos como “una play station, ropa, botines y zapatillas”.

Por si fuera poco y, en lo que resultó un dato de color en medio de tanta tensión, la jueza Greco no olvidó mencionar que “les hice saber a los delincuentes que en cualquier momento estaba por llegar el delivery, porque ya había encargado la comida”.

Pero lejos de incomodarse o mostrarse nerviosos por esa situación, cuando finalmente llegó el repartidor con el pedido, se produjo algo inesperado para las víctimas.

“Con total frescura, uno de los asaltantes se acercó al portón de entrada, junto con mi perrito, y atendió al muchacho. No sólo que le recibió la comida, sino que como había que pagar 88 pesos, le abonó con un billete de 100. Y cuando le entregaron los 12 pesos de vuelto, le dio al chico del delivery cinco pesos de propina”, reflejó asombrada.

“ERAN PROFESIONALES”

En más de un pasaje de la extensa entrevista que la titular del Juzgado en lo Correccional Nº 4 de La Plata brindó a este diario, no dudó en afirmar que los autores del ataque “eran profesionales”.

Sobre la forma en que habrían logrado acceder a la propiedad, se cree que saltaron un pilar del frente. Pero después el resto de la maniobra está en plena investigación.

Greco indicó que “antes de que llegara a casa, uno de los delincuentes se comunicó con otro que vigilaba en la calle y le dijo `avisame cuando llegue la vieja` en obvia alusión a mí”.

Y dando en todo momento muestras de que no dejaban nada librado al azar, “no sólo me ataron de pies, manos y brazos, en mi escritorio de la planta alta, sino que también me cubrieron la cabeza con una toalla para que no los mirara. También ataron de pies y manos a mi empleada”.

Finalmente, antes de escapar, “me ataron más fuerte y me advirtieron que no me hiciera la viva. Luego me desató la doméstica. Entonces avisamos a la Policía, que igual tardó como 20 minutos en llegar”.

 

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