Casos que estremecieron a la Ciudad
Edición Impresa | 12 de Junio de 2017 | 02:48

•.- En agosto del año pasado, Hernán Rodrigo Cueto, un enfermero de 36 años llegó al hospital de Niños con su hijastro en brazos. Gonzalo Villalba, de dos años, no se movía. Los médicos de la guardia advirtieron que estaba muerto y también observaron que “presentaba diversos golpes en el cuerpo, de vieja data y otros nuevos en la zona de la nuca y los genitales. Ambos vivían en 13 bis entre 84 y 85 (foto). La fiscalía dispuso la aprehensión del padrastro por “homicidio calificado por alevosía”.
•.- Mía Aguirre pasó el último mes de su vida internada en el hospital de Niños de La Plata, en coma. La nena tenía 3 años y el cuerpito destrozado por los golpes que le habrían dado su propia madre y el padrastro, quienes quedaron presos. Fue en septiembre de 2014. La madre, Cecilia (21), la llevó al hospital de Berisso argumentado que se había caído. Los médicos le vieron hematomas en la cabeza, el abdomen y los cuatro miembros, además de fracturas de cúbito y radio izquierdo y en una costilla.
•.- En la cuadra de 93 entre 12 y 13 muchos hablaron de maltratos constantes, insultos y golpes. El cóctel de violencia terminó por ser demasiado para “Ricardito” Martínez, el menor de dos hermanos, al que a fines de 2015 los médicos le diagnosticaron la muerte. La madre iba a llevarlo a la escuela, pero él no podía ni caminar, se iba cayendo y lloraba, según contaron en el barrio. El padrastro y la mujer quedaron presos por “homicidio agravado por el vínculo”. En este caso también hubo sospechas de abusos.
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