Video. Golpes, destrozos y hasta un disparo, en robo en Ringuelet
Edición Impresa | 8 de Junio de 2017 | 02:32

El violento asalto protagonizado anteanoche en una agencia de loterías de Ringuelet, por cuatro delincuentes encapuchados, seguramente será muy difícil de olvidar. Fueron cinco minutos de locura extrema: de ataques físicos y verbales contra víctimas indefensas, un balazo a una de ellas, que milagrosamente no dio en el blanco, y un cuantioso robo.
Por lo que pudo saber este diario en ese comercio, ubicado en la esquina de las calles 19 y 511, la banda llegó al lugar a las 19.50 del martes, a bordo de una camioneta Peugeot Partner que, según lo informado más tarde por la Policía, era robada.
En ese momento, dentro del local se encontraba una empleada y dos clientes, un hombre y una mujer. Así y todo, los ladrones descendieron presurosos del rodado, con armas a la vista y además un matafuego. Nadie se imagino para qué. Pero lo usaron para intentaron romper a golpes la puerta del comercio, que tiene una traba eléctrica.
Sin embargo, al advertir que no iban a poder abrir el manijón desde afuera, entonces dañaron el picaporte y fueron por el vidrio del frente, al que también le pegaron con una piedra grande.
Con los clientes aterrados por presentir que iban a ser involuntarios testigos y, eventualmente, víctimas de un asalto, la joven empleada decidió franquearles el acceso.
Al respecto, la empleada en cuestión, Antonella Benítez (20), explicó ayer a EL DIA que “si no les abría, igualmente iban a entrar, porque ya habían roto buena parte del vidrio del frente. Y pensé que después se iban a poner más violentos”.
“QUEREMOS LA CAJA FUERTE”
La joven, que ayer a la tarde estaba acompañada por otro empleado, reveló luego que “apenas se metieron los delincuentes, empezaron a los gritos pidiendo la caja fuerte. Desconozco si estaban al tanto de que en el local había una o si sólo lo suponieron. Pero lo llamativo fue que se acercaron derecho para donde tenemos la plata de la quiniela. Porque hay otro sector con artículos de kiosco, donde también hay dinero y para ese lado no fueron”.
En esos instantes de fuerte nerviosismo y confusión, la clienta “aprovechó para salir corriendo del negocio”. Pero el cliente se quedó. Y los delincuentes se ensañaron particularmente con él.
“Le pegaron con el matafuego en plena cara, al punto que le provocó una herida sangrante debajo de uno de los ojos. Además le dieron patadas en la cabeza”, dijo Antonella, a quien agarraron de los pelos y le pusieron un revólver en la sien.
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