“Rosa de dos aromas” se estrena en la Ciudad
Edición Impresa | 2 de Agosto de 2017 | 04:44

Los vínculos, la pareja, los hijos, la amistad, los mandatos, las elecciones, la libertad. En definitiva, la vida misma. De esto se trata “Rosa de dos aromas”, la comedia del mexicano Emilio Carballido que desde este fin de semana se sumará a la cartelera teatral local, con dirección de César Barella y las actuaciones de Irene Bianchi y María Inés Portillo.
El espectáculo, que narra un encuentro no buscado entre dos mujeres diametralmente opuestas se estrenará este sábado, a las 21, en La Nonna, 3 esquina 47.
Una de estas mujeres es “Gabriela” (Portillo), intelectual, bastante estructurada, con una vida ordenada y previsible. La otra es “Marlene” (Bianchi), una peluquera de barrio, simple, poco cultivada, visceral.
De no ser por un hecho fortuito que marcará el inicio de la acción en esta historia, “Gabriela” y “Marlene” jamás se hubieran encontrado porque cada una representa un mundo, una visión de la vida en la que “la otra” no tiene sentido en “la una”. Y viceversa.
Sobre su personaje, y el desafío que conlleva su interpretación, Irene Bianchi manifestó que lo que buscan “siempre es construir personajes creíbles, de carne y hueso, que generen empatía; mujeres con las que el público se pueda identificar, que resulten fácilmente reconocibles”. En este caso, agregó que su interés estará puesto en “lograr el contrapunto, subrayar los contrastes, las diferencias más que las semejanzas”.
En relación a los recursos con los que César Barella llevó a cabo la escenificación de esta historia, Bianchi anticipó que “hizo en primer lugar un trabajo minucioso con el texto original, escrito hace años por un autor mexicano. Lo adaptó y lo aggiornó”. Además, dijo que en cuanto a la puesta “eligió un criterio minimalista, de modo que el espectador imagine los diferentes ambientes que transitan ‘Marlene’ y ‘Gabriela’”.
Como una advertencia al público interesado en ser testigo de esta comedia, la intérprete manifestó que “la idea es que se entretengan, se rían, se emocionen, piensen... Que vayan a cenar después de la función y sigan charlando sobre la obra”. De este modo, la función que el teatro debería tener, se habrá cumplido. “Creo que el espectador debe salir modificado después de ver un espectáculo. Algo le debe ocurrir por dentro, más allá de que se trate de una comedia o una tragedia. Es la enorme ventaja de ver algo en vivo, no enlatado, algo que sucede en el ‘aquí y ahora’ de la función. Y cada función es diferente a la anterior y la química que se establece con la platea también varía”, consideró.
Con asistencia de dirección de Laura Otero, escenografía de Quique Cáceres y vestuario de Pau Verderosa, “Rosa de dos aromas” tendrá nuevas funciones los siguientes sábados del mes, a las 21, en la misma sala.
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