Ráfagas de 70 km/h arrasaron con techos y generaron temor
Edición Impresa | 30 de Agosto de 2017 | 04:55

El devastador cuadro que mostraba ayer a la mañana el patio del jardín del Colegio la Anunciación de la Santísima Virgen de Ringuelet resumía el poder destructivo de la tormenta que castigó a la Región. Apenado, el cura párroco Andrés Rambeaud, representante legal de la institución educativa ubicada en la manzana de 7 entre 513 y 514, recorría los escombros de la destrucción que el temporal había causado en el establecimiento: voló el techo de una galería de la Primaria, destruyó juegos infantiles, desconectó cañerías, soltó cables y causó daños a la estructura edilicia.
Por fortuna al momento de desatarse el temporal no había alumnos en la institución educativa a la que asisten más de 1.300 chicos en sus cinco niveles, debido a que justo había perfeccionamiento docente. “El párroco relató que “comenzó a llover cuando recién había empezado la capacitación docente con maestros y profesores de tres escuelas, y al ver que venía fuerte cada uno se fue a su casa”.
Al arribar al establecimiento, “vimos que el viento había arrancado el techo de la galería del patio de la primaria”, en tanto que en tres aulas y otros tantos baños, “los levantó y rompió las cargas, pero no llegó a sacarlos por completo”, indicó.
El techo que salió despedido aterrizó en el patio del jardín de infantes, y además “rompió tres tanques de agua y los caños, así que ahora estamos sin agua”, sostuvo.
Encima, pasillos y aulas se llenaron de agua. El colegio “se anegó, porque no dieron abasto las canaletas y desagües”. A esos daños se suman algunas roturas de vidrios en la parte donde funciona el jardín.
“Fue un fenómeno corto pero muy intenso”, subrayó Rambeaud, quien recordó que en al menos otra tres oportunidades en la última década sufrieron la violencia de diferentes tormentas.
Rambeaud aclaró que “a medida que vayamos relevando los daños, tomaremos una decisión respecto a cómo continuarán las clases. La buena noticia es que padres y chicos se acercaron a ofrecer ayuda”, agregó.
También la pasaron mal en la escuela especial 517, de calle 45 entre 11 y 12. Padres denunciaron que allí se cayó el cielorraso de la planta alta y se inundaron dos salones. Además, dijeron, desbordaron las cloacas y se cortó la luz “por el agua que entraba a través de los tapa rollos”. Se denunció que en la Técnica 9 de 1 y 46 el agua también hizo estragos.
En distintas zonas de Tolosa, Ringuelet y Gonnet hubo voladuras de chapas y techos. Allí las ráfagas alcanzaron una intensidad de entre 70 y 80 km/h. Anoche el viento volvió a soplar con fuerza.
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