Una furiosa tormenta de lluvia, granizo y viento castigó con dureza a la Región
Edición Impresa | 30 de Agosto de 2017 | 04:56

En poco más de cinco minutos, la naturaleza mostró ayer a los platenses lo que puede provocar cuando se desata con furia. Múltiples diluvios concentrados en tiempo y en espacio, acompañados por ráfagas aisladas pero violentas, provocaron anegamientos, voladura de techos, desprendimiento de cielorrasos, caída de árboles y postes del tendido eléctrico en diferentes puntos del casco histórico local y su periferia.
Las intempestivas borrascas se registraron apenas pasadas las ocho y media, y tuvieron, según los meteorólogos, carácter “muy localizado”. Golpearon con particular ferocidad las localidades del norte del partido, desde Tolosa a Gonnet, pasando por Ringuelet y José Hernández. Allí se concentró la mayor cantidad de apagones, por postes y equipos eléctricos derribados.
También fue protagonista de la jornada el granizo, que cayó entre otros lugares en la zona de plaza Brandsen -donde algunos vecinos lo vieron “grande como cubitos de hielo”- y en Melchor Romero -con dimensiones menos impactantes-. También se precipitó en Ringuelet, donde perduró un puñado de horas antes de derretirse totalmente.
Literalmente a baldazos, algunos tan oblicuos que pegaron contra los vidrios de puertas y ventanas provocando filtraciones, los chaparrones que sumaron quince a veinte milímetros de líquido en los equipos de medición fueron el corolario de un día cálido y una noche cargada de refucilos, agobiante de tan húmeda.
De inmediato, las calles se transformaron en canales, las bocas de tormenta colapsaron y muchas veredas quedaron bajo el agua, que alcanzó a ingresar por debajo de las puertas a numerosas viviendas. Sin embargo, los mayores problemas en los domicilios se debieron a la saturación de las canaletas internas y los caños de desagüe pluvial a la vereda.
La magnitud del fugaz temporal se tradujo, entre otras situaciones, en la suspensión de la atención al público en la delegación local del IOMA -7 entre 41 y 42-. En el colegio La Anunciación, de Ringuelet, se cayo parte del techo (ver aparte). Y diferentes pabellones del Hospital “Alejandro Korn” -de Melchor Romero- y “Sor María Ludovica” -el de Niños, del parque Saavedra- padecieron filtraciones y caída de cielorrasos. Varios postes con cableado eléctrico se tumbaron sobre la cancha de hockey del club San Luis.
De las calles céntricas, el agua se fue rápidamente. En el arroyo El Gato, que es el que recibe el 75 por ciento de los desagües pluviales de la Ciudad, los tramos recientemente canalizados y revestidos de hormigón se llenaron casi hasta el tope, y en las secciones que no están terminadas las imágenes llegaron a meter miedo.
En Hidráulica de la Provincia se destacó que los flamantes canales y aliviadores, además de mejorar la velocidad en la evacuación del agua, actuaron como reservorios que al llenarse permitieron evitar grandes desbordes.
En ese sentido, las fuentes advirtieron que “si bien las obras ya empiezan a dar sus frutos, el funcionamiento óptimo del sistema pluvial va a depender en parte de lo que haga el municipio, en materia de nuevos sumideros, limpieza de alcantarillas y desagües amplios que permitan que el agua fluya hacia las obras nuevas”.
En la Comuna afirmaron que “se llevó a cabo un intenso operativo de control y asistencia frente a las lluvias y tormentas que afectaron a la Región”. Rodrigo Páez, subsecretario de Atención del Riesgo local y titular de Defensa Civil, subrayó que “llovieron 15 milímetros en menos de cinco minutos, por lo que intensificamos los recorridos de nuestras patrullas, y el seguimiento de los desagües y arroyos a través del sistema de monitoreo hidrometeorológico”.
En ese marco, se montó un operativo junto a la Secretaría de Espacios Públicos y Gestión Ambiental para remover los árboles y ramas caídas.
DELEGADO “SITIADO”
El administrador comunal de Villa Castells, David Bavestrello, denunció ayer por la tarde haber sido “privado de su libertad” por un grupo de vecinos molestos con las consecuencias de la tormenta.
Según consta en la denuncia radicada tras el incidente en la Comisaría 13a, Bavestrello se hallaba “recorriendo el barrio” para evaluar los daños provocados por el temporal, y al llegar a 5 y 506 fue interceptado por quince hombres “molestos y ofuscados” que “de muy mala manera” le reclamaron chapas, colchones y ropas, sin permitirle abandonar el lugar.
Luego de unos tensos minutos, la llegada de autoridades policiales logró aquietar las aguas.
40
Fueron los árboles caídos y las ramas de gran envergadura que las cuadrillas de Espacios Verdes de la Comuna debieron remover de la vía pública tras la tormenta
100
Los postes y tramos de cableado de diferentes servicios sobre los que se tuvo que intervenir para garantizar la seguridad vecinal. Ante el pronóstico de vientos intensos, se mantendrá el monitoreo.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE