Una medida buscada pero que encierra riesgos
Edición Impresa | 26 de Septiembre de 2017 | 02:12

Recién ahora a casi dos años de iniciar su gestión, la administración Cambiemos pudo implementar una de las medidas que anunciaba desde la campaña electoral, que llevaría a Mauricio Macri a la presidencia. Ayer el Gobierno dio por suspendido en forma unilateral el acuerdo de precios que mantenía con las petroleras y que establecía ajustes trimestrales. En octubre debía comenzar a regir el nuevo valor para el último trimestre del año. En agosto Aranguren anunció que estaban dadas las condiciones para el acoplamiento de los precios, luego de que virtualmente se fue eliminando el precio sostén que regían para mantener las inversiones petroleras. Es decir que en lo sucesivo las propias empresas podrán fijar el valor de sus productos, lo que posibilitaría, al menos en teoría, una reducción o sostener los precios en el marco de un régimen de competitividad. Apuestan a que si YPF no aumenta, las otras tampoco. El nuevo esquema implica igual mantener constante su valor en dólares, de manera que una devaluación pronunciada puede obligar a pagar más en pesos a automovilistas y el transporte.
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