De las obras hidráulicas están listas 31 y dicen que este año concluyen el resto
Edición Impresa | 14 de Enero de 2018 | 02:33

El “mega-plan” hidráulico diseñado para prevenir inundaciones en la Región estará terminado antes de que se despida 2018. Así lo confirmaron fuentes oficiales, que se mostraron confiadas en que las obras de largo aliento que arrancaron hace cuatro años -canales, entubamientos y puentes- alcancen estado operativo en el corto plazo.
“Del plan contemplado para la Región Capital, ya se finalizaron 31 obras -por una inversión total de 1.438 millones de pesos-, y existen otras 18 en estado de ejecución que se completarán este año e insumirán el desembolso de otros 1.777 millones” se precisó desde la cartera de Infraestructura bonaerense: “once de estos proyectos, que incluyen algunos de la envergadura del saneamiento del arroyo El Gato, el aliviador de avenida 31, y los desagües pluviales del arroyo Maldonado, ya están por encima del 70 por ciento de ejecución; hay cinco por encima del 40 por ciento, y apenas dos por debajo de estas cifras”.
Desde sus inicios, los trabajos encarados para intentar que no se repita la trágica y devastadora inundación del 2 de abril de 2013 tuvieron avances discontinuos, postergaciones y parates como consecuencia de imprevisiones, interferencias y avatares políticos. Entre las obras de mayor relevancia que contempla el “mega-plan”, se cuentan el ensanchamiento y canalización del arroyo El Gato, originariamente el principal desagüe natural de la Región y que lo será aún más a partir de su reformulación; el conducto derivador de avenida 31, entre el barrio Cementerio y El Gato, para “atajar” y desviar el agua que entra al casco histórico desde el arroyo Regimiento; el canal derivador de avenida 143, desde San Carlos hasta El Gato, para aliviar los entubamientos del arroyo Pérez a su paso por el casco urbano y Tolosa; y la adecuación de los drenajes del Maldonado, otro de los grandes arroyos platenses, que moría en los bañados del sur de Berisso y será canalizado para desaguar en el Río de La Plata.
En 2014, cuando se fijaron los plazos iniciales, se dijo que las obras concluían en diciembre de 2016
Los conflictos con las mudanzas frenan las obras en tramos clave del arroyo El Gato
En el más reciente de los informes elaborados por las asambleas vecinales que siguen de cerca la marcha de los proyectos, constituidas por inundados y familiares de víctimas del desastre, se hace hincapié en varias cuestiones que se caracterizan como cruciales para la marcha de los trabajos hacia buen puerto: los “puntos de conflicto” en la canalización principal del Gato; el ritmo y porcentaje de avance de las diferentes obras; y las estrategias de protección de las canalizaciones y sus “caminos de sirga”, esto es el área ribereña inmediata, que debe quedar libre de futuras usurpaciones e interferencias.
Las conclusiones de estos observadores respecto del tramo principal de la canalización siguen subrayando que el principal tramo “de conflicto” es el correspondiente a la zona de Ringuelet, con inicio en el puente de camino Centenario y 13 hasta llegar al del ferrocarril Roca -a la altura de la avenida 1-. Allí se indica que los retrasos en los plazos de obra están vinculados con los conflictos en la mudanza de familias de la vera del curso fluvial hasta sus nuevas casas, junto al Mercado. “Hay que priorizar el avance de estas relocalizaciones” se insistió: “y prevenir que se repitan situaciones como que una casa precaria desalojada sea usurpada de inmediato por una nueva familia”.
Se espera que en febrero sean entregadas 30 viviendas para estos fines, y en julio próximo las 60 restantes. Según datos oficiales, ya se han entregado unas 190 viviendas definitivas y 115 viviendas transitorias. Se espera una entrega de 30 viviendas para el mes de febrero, y que para mitad del año próximo se finalice el resto para llegar a 276”.
En cuanto al camino de sirga, las asambleas instan a “realizar un proyecto de cercado -con alambrado, muro o cerco- y urbanización para toda la traza perteneciente al canal, de manera de evitar futuros asentamientos y permitir que se puede transitar con un vehículo para futuras inspecciones.
De acuerdo con las planillas oficiales, las obras que ya están terminadas en la Región son los desagües pluviales en la cuenca Watzerborn y el Barrio Universitario (Berisso); el saneamiento de la cuenca del arroyo El Gato (etapas II, VI “a”, VI “b”, VII, IX, XI, y puente sobre calle 12); las adecuaciones de los arroyos Carnaval y Martín; la adecuación de los arroyos Rodríguez y Don Carlos Etapa IV; los desagües pluviales en la cuenca del arroyo Maldonado (etapas II, VII, VIII, IX; XXI, XII y XIII); y los canales de descarga del bañado Maldonado.
Lo que queda pendiente, por ahora, y avanza desde diferentes porcentajes de ejecución -siempre de acuerdo con la documentación que maneja la cartera de Infraestructura bonaerense-, son los desagües pluviales de Villa Dietri (95%); el puente en ruta provincial 15 -Costanera Almirante Brown-, sobre arroyo El Gato; el saneamiento de la cuenca de Gato (etapa III, 49%; etapa IV, 48%; etapa V, 52%; etapa XII, 70%); y los puentes del arroyo El Gato sobre calles 133 y 135 (87%); y la liberación de interferencias con los derivadores de las avenidas 143 y 131 -reemplazo parcial de cable de 132kva- (76%).
Además, resta parte de la construcción del derivador de avenida 143 -etapa V- (93 por ciento); de la construcción del derivador de la avenida 31 (etapas II “b”, IV, VI “a”, VI “b”, VII “a” y VII “b”, entre 68 y 98 por ciento); de la adecuación de los arroyos Rodríguez y Don Carlos (etapa I, 58%); y de los desagües pluviales en la cuenca del arroyo Maldonado (etapas I y V, 73% y 16% respectivamente).
Las asambleas de damnificados también hacen foco en la necesidad de acelerar la construcción de los puentes de ruta 11 (diagonal 74) y arroyo El Gato -”es un punto de estrangulamiento importante del proyecto por encontrarse dentro de su tramo final”, se hace notar-, y camino Centenario y arroyo El Gato.
Principal desagüe pluvial de la ciudad, el arroyo El Gato, ahora convertido en un colosal conducto artificial encamisado en hormigón en la mayor parte de su recorrido urbano, está en el centro de las preocupaciones de los vecinos. Desde la zona de 515 y 8, con las recientes lluvias se mostraron preocupados por los niveles que alcanzó el cauce. Denuncian que durante la ejecución de las obras “tierra que sacaron de los márgenes se arrojó sobre el arroyo”, por lo que el normal escurrimiento del agua se ve obstruido hasta tanto se completen los trabajos.
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