Criollos e ingleses, una plaza de toros y el fútbol, en una trama desopilante

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En tono humorístico, la historia que narra el film “No llores por mi Inglaterra” arranca en 1806, cuando los ingleses invaden Buenos Aires, hasta entonces bajo el mando de la Monarquía española. El General Beresford - Mike Amigorena -, para distraer a la población, les presenta un nuevo juego: el fútbol. La idea es tenerlos entretenidos hasta que lleguen los refuerzos desde Inglaterra; la gran estratega es su madre, una mujer de mucho carácter. Manolete - Diego Capusotto -, interpreta a un empresario de espectáculos, que está siempre a la pesca de algún negocio, está en bancarrota, pero piensa que el fútbol puede resultar un buen negocio y organiza un partido con los dos barrios históricamente enfrentados, “Embocadura” y “La Rivera”. Manolete despliega todo su ingenio para armar este espectáculo, con el aval de Beresford, necesita que los criollos sigan distraídos. Sabe que se está formando una resistencia armada y necesita a Manolete para su propósito. Entonces le ofrece el gran partido del siglo: Criollos vs Ingleses en la Plaza de Toros.

 

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