Mugre acumulada y micro basurales, dos reclamos frecuentes

Foco de contaminación y degradación del espacio urbano, los denominados “microbasurales” son una deuda de la Ciudad, sobre todo en los barrios de la periferia donde las urbanizaciones conviven con grandes extensiones de descampados. Casi no pasa un día sin que los vecinos se quejen de estos espacios en los que se conjugan fallas del servicio de recolección con prácticas vecinales de indisciplina por parte de muchos pobladores que arrojan los residuos donde no deben.

Ayer, por caso, frentistas pusieron el grito en el cielo por la suciedad que muestra un terreno baldío de 88 entre 1 y 115, en Villa Elvira, donde a raíz de la falta de saneamiento no para de crecer un basural en el que conviven ratas, mosquitos, moscas, perros y gatos hambrientos que se mueven entre los residuos de todo tipo.

A eso suman la presencia de olores nauseabundos propios de la acumulación de desechos a cielo abierto y en acelerada descomposición producto de las elevadas temperaturas. “Puede encontrarse allí hasta perros y roedores muertos, aunque hay toda clase de residuos, lo que se te ocurra”, describieron los denunciantes. Según sostuvieron, se formó “en los costados del bulevard donde está la Escuela Experimental Municipal y Provincial N°2”.

Por otro lado, vecinos de 75 entre 12 y 13 señalaron que están cansados de hacer reclamos para que el servicio de barrido y recolección retire los residuos no habituales de la vereda de un terreno baldío. “Como no hay veredas por dónde caminar, tenemos que bajar a la calle entre la basura que se acumula hay pastizales, escombros, botellas, cartones”, denuncian.

Esta semana en pleno sector céntrico platense, cerca de la Estación de Trenes, en la esquina de 1 y 43, con el correr de los días se fue formando una montaña de residuos domiciliarios y lo mismo en un terreno descampado de 79 entre 119 y 120.