Envenenan perros, golpean y aplican picana, para conseguir lo que buscan
Edición Impresa | 27 de Enero de 2018 | 04:13

Con llamativa frecuencia y con quinteros como víctimas, el cordón flori fruti hortícola de la Región se convirtió en las últimas semanas en uno de los epicentros de la inseguridad más salvaje.
Basta con repasar los ataques que las familias dedicadas a esa actividad, en su mayoría de nacionalidad boliviana, padecieron en sus viviendas, en mitad de la noche, y a manos de delincuentes que irrumpieron a las patadas, en algunos casos después de matar a sus mascotas, para golpearlos, torturarlos y amenazarlos con las peores cosas, para llevarse -sobre todo- plata.
La zona Oeste, lindante al corredor que forman las rutas 2 y 36, atravesando las localidades de Abasto, Melchor Romero y Olmos es foco de esta forma de violencia, que en la semana generó dos antecedentes.
El martes, a las dos de la mañana, atacaron a seis personas que dormían en una quinta de 38 entre 169 y 170.
Tras amenazarlos con armas de fuego, los intrusos les pegaron patadas y maniataron a un hombre de 65 años, a su esposa de 60 (ambos bolivianos) y a tres hijos suyos de 39, 24 y 22 años. Entonces comenzaron a apoderarse de las diversas pertenencias de la familia.
Solo se salvó del maltrato de la banda un nene de 6 años, nieto de los dueños del lugar, a quien no despertaron.
El jueves, a las 6.30 de la mañana, en una vivienda de 272 y 48, cuatro encapuchados ganaron la escena a punta de pistola, con amenazas y golpes.
Así redujeron a cuatro personas, tres hombres y una mujer, que fuentes policiales identificaron como dueños e inquilinos de la propiedad.
“Tenían pistolas y revólveres”, comentó un pesquisa, agregando que los delincuentes maniataron y golpearon a sus víctimas para quitarles dinero (el monto no trascendió), rifles de aire comprimido, celulares y cuchillas”.
Una vez que se sintieron de nuevo a salvo, las víctimas llamaron al 911. Según la Policía, no necesitaron asistencia médica. La denuncia quedó radicada en la comisaría Séptima y personal de Policía Científica realizó los peritajes de rutina.
A principios de mes, de noche, 6 ladrones entraron a las patadas en dos viviendas de agricultores de Abasto (436 y 214). Después de envenenar seis perros, a ellos los golpearon, los ataron y les robaron.
Días antes, en Olmos (52 y 201), una banda atacó a 6 personas en un campo de tomates. Usaban chalecos como los de la Policía, dijeron las víctimas. “Picanearon” a un hombre y se llevaron 10 mil pesos y electrodomésticos. Hace un mes, en otra quinta de Olmos (197 y 56), 4 delincuentes entraron a con violencia e hirieron en la cabeza al dueño. Huyeron con 15 mil pesos. Antes de Navidad, en el kilómetro 61,5 de la Ruta 2, una familia fue sorprendida a medianoche. Los ladrones buscaban 1 millón de pesos y encontraron 10 mil. Al día siguiente a otra familia de 427 y 230 les robaron 13 mil dólares, una escopeta y la camioneta.
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