Los “escruchantes”, ladrones en temporada alta mientras la Ciudad piensa en vacaciones

En las últimas semanas, se registró una seguidilla de robos en viviendas que, en casos, quedan deshabitadas porque los dueños están de viaje. Consejos para evitar que marquen la casa 

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Junto con las vacaciones, en particular las del verano, parece cobrar fuerza un tipo específico de delito, que es el de los robos a viviendas en ausencia de sus ocupantes. Así, mientras alguien disfruta el descanso, otros están haciendo “inteligencia” en el barrio o directamente se apoderan de los bienes al amparo de la soledad.

Dentro del mundo delictivo, el de los robos a viviendas ocupa uno de los capítulos entre las especialidades. Según contó un policía con experiencia en investigaciones, “hay ladrones que se dedican solo a esta clase de delito. Son los que, en la jerga, se denomina como escruchantes”. La fuente contó que “normalmente se mueven de a dos como mínimo, pero pueden ser más y hay que prestar atención a la calle porque normalmente tiene un vehículo de apoyo para trasladar las cosas que se llevan”.

Aún con esa forma de dedicación, los escruchantes no serían ladrones sofisticados. La fuente policial indicó que “no se trata de gente con alta especialización. En general no tienen habilidades muy definidas. Por ejemplo, no son del tipo de los que pueden abrir una caja fuerte y cuando entran a una casa generalmente rompen puertas o ventanas”. Antes, analizan las zonas en las que van a atacar y cuando eligen una casa, mientras unos “trabajan” adentro, otro hace de campana en la calle, apuntó el investigador consultado.

En las vacaciones hay más casas vacías pero en la Policía advierten que no es un fenómeno que espera la llegada del verano. Cualquier momento del año en que se producen baches en el movimiento corriente puede ser propicio. Hasta los estudiantes pueden ser víctima en esta modalidad, tanto en periodos de retorno a casa, como en pequeños baches por actividades en la ciudad. Pueden dar cuenta de esto último los jóvenes que habitan un edificio en 16 casi esquina 46. Un viernes a media tarde, sobre fines de noviembre, en un edificio situado frente a la sede de la Universidad Católica, los ladrones usaron agujereadoras para destrozar las cerraduras y robaron en cuatro departamentos ubicados en dos pisos.

En “temporada alta de escruches”, hace diez días desvalijaron una casa en City Bell. De madrugada en un chalet de la zona de 14 C y 474, una familiar de los dueños descubrió el robo. Habían violentado una abertura en el fondo del inmueble. Al entrar observó el clásico desorden, sobre todo en los dormitorios. Los vecinos contaron que los propietarios estaban de viaje desde hacía una semana. “Es muy probable que los delincuentes hayan tenido ese dato o que simplemente hayan notado que en la casa no había mucho movimiento”, calculó.

“El barrio se está poniendo complicado, sobre todo en el último año”, refirió la mujer, “pese a que entre los vecinos tenemos un sistema de alarma vecinal y, además, nos comunicamos por whatsapp ante cualquier situación sospechosa”, indicó. Sin embargo, lamentó que “la delincuencia nos acecha y vivimos con miedo”.

Vigilancia entre vecinos, comunicación y movimiento en la casa son temas clave para esquivar la atención de los ladrones, según contaron fuentes de la Policía. “Lo más efectivo es que un vecino vigile la casa. Hay familias que cuentan con alarmas, rejas e incluso cámaras y tienen seguridad todo el año, pero creo que lo mejor es contar con el acompañamiento que pueda generarse entre los vecinos. Entonces, mientras alguien sale de vacaciones otros puede darse una vuelta por la casa”, apuntó el oficial con experiencia en barrios y localidades de la periferia.

Los estudiantes pueden ser víctimas de esta modalidad, en vacaciones o días de clases extendidas

Otras opciones a las que los ladrones escapan: las casas con movimiento. Para eso, se mencionó la posibilidad de que alguien la habite mientras la familia está afuera y cuide la presentación del inmueble, evitando la imagen de “abandono” temporal que dan la falta de limpieza exterior y cuidado de plantas, pastos y boletas o publicaciones tiradas.

Un relevamiento rápido, permite advertir el recalentamiento de la modalidad en las últimas semanas. Durante el mes de enero se registraron escruches en viviendas situadas en 149 entre 529 y 530, de donde solo se llevaron dinero en efectivo, según la Policía; en159 entre 68 y 68 bis, con un botín conformado por electrodomésticos; en 424 136 y 137; en 21 D y 424; y 526 entre 18 y 19. En uno de los casos, fuera de lo común, a mediados de mes, un grupo de 2 jóvenes y un menor fueron detenidos en 511 entre 25 y 26, por ingresar al patio de una casa trepando un paredón. Solo habían logrado llevarse un par de zapatillas, indicó la Policía. También fue detenido un hombre al que se acusa de haber ingresado a una casa en 9 entre 70 y 71. El ladrón fue sorprendido por el dueño cuando llegaba. Llamó a la Policía y lo capturaron en la zona, con plata que se había llevado, según informó una fuente policial. A los pocos días, otros ladrones lograron robar y huir de una casa en 70 entre 18 y 19. Se llevaron 4.000 pesos y una netbook, se indicó.

BOQUETEROS

Si bien en la policía le adjudican poca especialización, algunos escruchantes emplearon en esta temporada un método poco visto y con conocimiento del mundo de la construcción. En la madrugada del domingo 7 trabajaron con tiempo y con precisión en una fábrica de helados de Mlechor Romero, situada en la calle 161 a pocos metros de la avenida 520. Sin actividades de producción o ventas a la vista en la jornada de domingo, abrieron un boquete en el techo, desmontando las chapas y luego siguieron por el cielorraso. Así, llegaron al área de administración de la plata. Se llevaron varios artículos informáticos de oficina y 30 mil pesos. La fábrica contaba con alarmas sensibles al movimiento y cámaras de seguridad, pero no ayudan en la investigación porque los ladrones, entre otras cosas, se llevaron la grabadora de imágenes. Se calcula que antes habían cortado cables para evitar ser captados por las cámaras y los sensores de la alarma.

La misma técnica fue aplicada en viviendas de uno de los extremos del casco urbano de la Ciudad, la zona de 30 y 60. Al menos tres casas, en pocas cuadras a la redonda fueron saqueadas en ausencia de sus dueños, todos de vacaciones. En todos los casos, los ladrones se metieron a través de los techos, luego de desmontar parte del tejado y perforar los cielorrasos. En todos los casos, se registraron robos de electrodomésticos, ropa y otros objetos de valor. Los vecinos sospechan que los responsables de estos hechos conocen los movimientos del barrio y la existencia de un sistema de alarma vecinal.

ANTECEDENTE EN LA LOMA

Esta modalidad delictiva reconoce como antecedente cercano a una banda que cayó en junio de este año, después de hacer estragos en varias torres de La Loma.

Actuaban siempre igual: entraban sin violentar los accesos de la calle y desvalijaban sólo los departamentos vacíos. También ayudaron a instalar la sospecha de que se trataba de un único grupo el hecho de que siempre actuaban de día, en una misma zona y con datos muy precisos.

Se llevaban todo lo que podían, por lo que se presumía que andaban en un auto. Las presunciones fueron ciertas y el 10 de junio tres sospechosos cayeron tras una impresionante persecución. Fue después de que alguien llamó al 911 para denunciar un robo en tres departamentos de 21 y 39. En 38 y 22 la Policía detuvo a a un sospechoso de 35 años (oriundo de Rafael Calzada) y advirtió que otros dos huyeron en un Fiat Palio y finalmente los atraparon en 461 y 21D, de City Bell. A la banda le adjudican por lo menos 14 robos en 4 días, en edificios de La Loma.

PARA IRSE CON MÁS TRANQUILIDAD

Existen algunos tips a tener en cuenta para salir de vacaciones, dejar la casa sola y no encontrarla vacía al regreso.

Jefes policiales y especialistas en seguridad brindaron algunas sugerencias para reducir las posibilidades de convertirse en la víctima de un escruche (robo en ausencia).

La primera recomendación es no dejar prendidas las luces que dan a la calle, porque aunque parece una buena opción para la noche, de día se vuelve una prueba irrefutable de que en esa vivienda no hay nadie para apagarlas. Sí aconsejan dejar una lámpara encendida en alguno de los ambientes, ya que no se detecta de día, igual que un televisor o una radio. Además, es recomendable que un allegado se comprometa a pasar por la propiedad a diario, para recoger las facturas o volantes que suelen acumularse bajo las puertas o en los picaportes.

También sugirieron no cerrar totalmente las persianas, sobre todo en las ventanas que están protegidas por rejas, para evitar que desde la calle se advierta que el lugar está vacío. Y reforzar la seguridad en aberturas que dan a los fondos, ya que son las más vulnerables. Para quienes viven en un edificio, es importante mantener cerradas las puertas de la calle.

 

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Es la cantidad de robos a viviendas y comercios en ausencia de propietarios que se pueden contar, en un relevamiento rápido en la Ciudad, durante el último mes. Los ladrones se llevaron dinero en efectivo, electrodomésticos y, en casos, ropa.

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