La mujer que está detenida por el asesinato de su ex marido en La Loma, a un paso de la preventiva

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El fiscal que investiga el asesinato de Jorge Bivente Pereyra pidió ayer la prisión preventiva de su ex esposa, Sofía Magdalena Pantoja (52), acusada de matarlo de nueve puñaladas hace poco más de 5 meses en la casa que compartían en La Loma, informaron fuentes judiciales. Para fundar el planteo que en no más de 5 días hábiles deberá resolver el juez Juan Pablo Masi, el fiscal Marcelo Romero tuvo en cuenta los testimonios de familiares, conocidos y vecinos que coincidieron en decir que la relación entre Pereyra y Pantoja era “mala”. Se habían divorciado en septiembre de 2017, después de 30 años de casados y con tres hijos en común.

Según esas declaraciones, el principal punto de conflicto era la casa de 48 entre 19 y 20 en la que ocurrió el crimen, ya que “Jorge quería venderla y dividir el dinero”, dijeron, mientras que Sofía pugnaba por quedarse allí y cederle a Pereyra el negocio y taller de costura que funcionaba en la misma propiedad.

El caso salió a la luz a las 00.45 del 3 de mayo pasado, después de que Pantoja llamó al 911 para denunciar que escuchó ruidos en su casa. Según declaró en la indagatoria, esa noche se había acostado a las 20, después de ponerse la insulina y tomar la medicación. Jorge, aseguró, había quedado en el living “fumando y tomando vino”. Contó que tras los ruidos se encerró en el baño “con el celular, la llave y el control remoto”, desde donde hizo varios llamados. El cuerpo de Pereyra fue hallado sobre el piso de su habitación, con siete puñaladas en el omóplato, un corte en el antebrazo izquierdo y otro profundo en el cuello. Romero descartó el móvil del robo o la venganza, así como la posibilidad de que en la casa hubiera entrado alguien más que la víctima y Pantoja. “Había muchas macetas en el patio y no estaban alteradas; por sus características, las construcciones linderas dificultan el ingreso o egreso por escalamiento, como tampoco se detectaron marcas de este tipo de acción, pese a las malas condiciones climáticas que había”, enumeró un investigador. No se constataron puertas violentadas, ni faltantes en la vivienda. Y Pereyra tenía las llaves de la finca, su teléfono y dinero.

Otro elemento que complica a la mujer es un guante que apareció debajo del cuerpo de su ex marido, igual a los que usaba ella “cuando hacía trabajos de jardinería”, declararon distintos testigos. Algunos de ellos pusieron en duda, además, que la mujer no tuviera fuerza en sus brazos. “Queda en el campo de la elucubración imaginar a un ‘loco del cuchillo’ probando cerraduras por la vida, que sean marca Trabex, ingresar, escoger tan certeramente a la víctima, no llevarse ningún elemento y tener más capacidad de escape que Houdini”, ironizó el fiscal en su planteo.

 

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