“Ganar una medalla ya es algo increíble y si se trata de la de Oro, es un sueño”

La ensenadense Carolina Ponce le contó a este medio, el significado que tiene obtener una presea dorada en una competencia olímpica

Edición Impresa

Por ADRIÁN D'AMELIO
adamelio@eldia.com

El día después... No todos los días se gana una medalla dorada en un Juego Olímpico. Esa “pequeña gigante”, de 1,62 metros, llamada Carolina Ponce tuvo ese privilegio, pero en base a esfuerzo y dedicación al deporte que quiere y que ama como en este caso el Beach handball.

Se puede decir que hasta la aparición en los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018 muy pocos habían hablado de esta especialidad deportiva, pero durante la disputa de la máxima competencia, que reúne a atletas entre 15 y 18 años, se convirtió en el “deporte sensación” que de buena a primera todos comenzaron a comentar.

Las Kamikazes, como se las denomina a las integrantes de seleccionado femenino argentino junior de Bech handball, se ganó el cariño de todos como en su momento ocurrió con Las Leonas y que todavía hoy perdura. Son equipos que están tocados por “varita mágica”, porque cuentan con un carisma especial, que los hace queribles más allá de cualquier resultado.

Carolina Ponce nació hace 18 años en la ciudad de Ensenada. Es egresada del Colegio La Inmaculada y se encuentra cursando el primer año del profesorado de Educación Física en la UNLP. Alejandro es su papá, Griselda Gattelli es su mamá y Micaela es su hermana.

A pesar de ganar la presea dorada y “bajarse el telón” para el Beach handball, las chicas permanecerán en la Villa Olímpica con el resto de los deportistas hasta la noche del jueves, cuando se lleve a cabo la ceremonia de clausura de la tercera edición de los Juegos de la Juventud, que tuvieron más repercusión de lo esperado -hasta lo propia organización está sorprendida-, ya que hasta ayer habían concurrido más de 700 mil personas a las distintas sedes.

Las chicas, dirigidas por Leticia Brunatti, vivieron ayer su primer día como campeonas olímpicas. Durante a la tarde se acercaron a observar el partido por la medalla de bronce entre Argentina y Zambia, que al final tuvo como ganador a Los Leoncitos; mientras que más tarde visitaron el estudio de televisión de un canal deportivo.

Luego de haber ganado la medalla en la tarde del sábado. Las integrantes del equipo compartieron un rato largo con sus familiares con una enorme alegría. “Estuvimos más de una hora festejando y sacándonos fotos con la familia. Los encargados de la organización, que cumplen con la órdenes del Comité Olímpico Internacional, nos querían matar, ya que rompimos con todos los protocolo, pero poco nos importó (sonrisas)... Fue algo hermoso y único. En la Villa anoche (por el sábado) fuimos al comedor, donde se encuentran todos los atletas y ahí se cumple como una tradición con aquellos que ganan una medalla ese día: reciben un gran aplauso de todos los presentes. Nosotros ingresamos corriendo, saltando y festejando... Y luego de ahí, al descargar toda la tensión acumulada en los días de competencia literalmente estábamos muertas, pero no nos importó, ya que volvimos a recorrer la Villa a puro festejo. Hasta que nuestra entrenadora dijo basta y nos fuimos a dormir”, le comentó a este diario Carolina Ponce.

Cabe destacar que durante la jornada de hoy, las selecciones argentinas de Beach handball femenino y masculino (medalla de bronce) realizará un entrenamiento abierto, a partir de las 10:30, en el Parque Sarmiento. Podrá concurrir todo el público, pero solamente podrán acceder aquellas personas que tenga el “pase olímpico” obligatorio.

“Este logro no lo podríamos haber conseguido sin el apoyo de cada familia”, dijo Ponce

 

La ensenadense, jugadora de Estudiantes a nivel “indoor” (handball tradicional) siguió diciendo que “ganar una medalla en un Juego Olímpico ya es algo increíble, pero si se trata de una de Oro, ya es un sueño. El sábado fue un día que se nos hizo eterno. En la semifinales jugábamos con Hungría. Sabíamos que ellas se nos iban a venir con todo, pero nosotros nos encargamos de plantear el mismo esquema de juego con que le ganamos en la fase anterior y por suerte nos salió todo muy bien”.

“Luego de sellar nuestro pase a la final -continuó diciendo Carolina- nuestra entrenadora nos reunió y nos dijo que solamente faltaba apenas un pasito más para hacer realidad ese sueño, que era ganar la medalla dorada. Y lo hicimos al ganarle a Croacia en sets corridos”.

Por último, Carolina dijo que “esto no podíamos haber logrado son el apoyo de nuestras familias y amigos del club Estudiantes. Por ejemplo, cuando estábamos abajo en el marcador ellos se encargaban de levantarnos con su aliento incondicionales desde afuera de la cancha”, cerró.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE