Los nuevos compromisos que llegaron a La Plata

Anick Parodi (*)

 

Las propuestas de matrimonio son muy comunes en el resto del mundo. Estados Unidos, por ejemplo, es pionero de este fenómeno. Europa no se queda atrás. Países como España, Italia y Francia también acompañan el movimiento. Era sólo cuestión de tiempo para que aterrizara en nuestra ciudad.

Es que, el pedido de mano, dejó de ser algo privado, en dónde el muchacho tímido golpeaba la puerta de la casa de su amada para pedirle al padre su bendición. Ahora, gracias a las redes sociales, todo es más rápido, y como pasa en cualquier aspecto de la vida, todo se perfecciona. Por esto, cuanto más vistosa y perfecta sea, más viral se hará.

Tenemos casos donde todo es perfecto, ella acepta la propuesta y son “felices para siempre”, otros donde el mismo día de la propuesta fue el casamiento. Esa producción, créanme, fue espectacular. Aunque hubiera sido mejor que la novia pudiera elegir su propio vestido. Y tenemos ésas que no terminaron de la mejor manera, algunas en bares, aeropuertos y centros comerciales. Pero la más terrible fue la que se dio lugar en el entretiempo de un partido de básquet en Estados Unidos, dónde el novio quedó literalmente arrodillado, mientras la chica corría por su ‘libertad’…

Sabiendo un poco del tema, la gente romántica no sólo es la que está interesada. Tampoco esto es sólo cosa de hombres. Soy organizadora de eventos, y una propuesta bien organizada es mejor que hasta el mismo casamiento. Por eso, habiendo visto muchas propuestas en internet, pensé que sería lindo ofrecer éste servicio en un lugar donde no había.

Para lanzar mi página, se me ocurrió convocar a las personas que le quisieran proponer casamiento a su pareja de forma original, personalizada y gratuita. Y tuve muchas respuestas, al contrario de lo que yo esperaba. Se contactaron varias personas interesadas y mi tarea fue decidir quién. El resultado fue positivo, claro. Y el día que publiqué el video de esta propuesta llegué a tener más de 600 visitas en apenas 5 horas.

Vamos a subirnos a éste fenómeno en dónde la gente vuelve a creer en el amor y se juega un poco más por quien vale la pena.. Crucemos los dedos y gritemos al viento, “Sí, quiero”.

(*) Organizadora de eventos, con propuestas originales.