Para el Guinness: una pérdida de agua que ya cumplió más de 10 años

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Una historia de no creer, pero bien cierta es la que padecen vecinos de City Bell en la zona de 14 y 461C, donde llevan reclamando hace más de 10 años por una pérdida de agua que la empresa estatal ABSA no arregla.

Sí, no hay errores. No son 10 días ni 10 meses: son 10 años.

El reclamo se inició el 06/06/2008 cuando, con el número 0064434 se hizo el pedido a la empresa bonaerense ABSA por el arreglo de una pérdida importante de agua potable en la esquina de la calle 14 y 461 C, de City Bell.

Según cuenta Marcelo Martín, vecino de la zona y denunciante, el caño que pierde está en la vereda y debajo del pavimento pegado a la zanja. Allí brota agua que va a la zanja directamente y no está a simple vista.

“Esto arrancó cuando los que construyeron en su momento la casa de esa esquina -no los actuales propietarios- se conectaron al agua corriente y, para empezar, rompieron el pavimiento nuevo como si nada. Evidentemente la conexión nunca quedó bien ya que a partir de esa época comenzó a perder”, explicó a este diario.

El agua resultante de la pérdida se va por las zanjas de la zona hasta desembocar en el Camino Centenario.

“Por la pérdida se tiraron a la zanja más de 49.000.000 de litros de agua”, dicen los vecinos

 

Marcelo, vecino de la zona e impulsor del pedido ante la empresa estatal que brinda el servicio de agua y cloacas en gran parte de la Provincia de Buenos Aires, nos cuenta que “en estos más de 10 años realicé más de 30 reclamos de todo tipo en ABSA, tanto telefónicos como presenciales, aún sin resultado favorable”.

Según relata, la consecuencia directas del desperfecto es que se pierden casi 13.000 litros de agua potable por día. Y hasta el día de hoy se tiraron a la zanja más de 49.000.000 (cuarenta y nueve millones de litros) de agua potable.

“Las consecuencias indirectas son que ese agua corriendo durante tantos años ininterrumpidamente llenó de sedimentos los caños de las zanjas por donde circula y se desbordan ante cualquier lluvia, perjudicando los rudimentarios pavimentos”, explicó Mariano.

Además, los terrenos aledaños permanecen con un exceso de humedad y movilidad en la tierra perjudicial para las construcciones que están sobre éstos.

“Los irónico es que es que no hay animal en la zona que no tenga agua potable en las zanjas, mientras que miles de personas no tienen agua corriente en sus casas”, concluyó el vecino.

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