La “metra” del Tino, encargado de custodia y “papeleo”

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Otro de los casos paradigmáticos del negocio local de la droga es para los investigadores platenses especializados el de la “Banda de Ioio”. En investigaciones donde confluyeron con la Secretaría de Seguridad de la comuna de Ensenada, la UFI Nº 1, a cargo de la fiscal Ana Medina, ordenó la detención de buena parte de una familia afincada en Villa Catella (separada de La Plata a la altura del Barrio Hipódromo por la avenida 122) bajo la acusación de formar una organización dedicada a la distribución de droga que llegaría a la Región desde capital federal y el Gran Buenos Aires. En las semanas previas a un operativo con más de un centenar de policías y 20 allanamientos en varios puntos de La Plata y Ensenada, los investigadores se mostraban azorados por una imagen: un joven, de unos 20 años, portando una ametralladora, parado en actitud de guardia, ante una precaria vivienda de Catella. “Le dicen Tino y es un soldadito de Ioio. Lo tenían en un rancho de mala muerte para papelear en un bunker y para custodiar”, contaron. Papelear es entregar cocaína al menudeo.

A los policías y funcionarios locales, el procedimiento en la zona base de la banda, les dio un dato que revelaron, aliviados: “La metra es de juguete. La usaban como un chiste”, contó una fuente de la causa. Sin embargo, en esa causa apareció delineada en las escuchas la figura de una especie de sicario, quien se encargaría de cobrar cuentas a deudores en problemas o reticentes. En los allanamientos aparecieron armas reales y los investigadores revelaron que entre los grupos de soldaditos también pasan por algunas manos.

“Esto no es como podía verse en otros centros urbanos, con ese nivel de violencia, pero hay que estar atentos”, apuntó un vocero desde el área de Drogas Ilícitas.

La preocupación puede advertirse, entre otros datos, en el volumen de trabajo que genera el tráfico de drogas en La Plata y sus distritos vecinos: en estas semanas hay alrededor de 800 investigaciones penales vinculadas con los delitos de drogas. Las fuentes consultadas en el área aclaran que en casos se trata de denuncias irrelevantes, pero el dato es usado en cada análisis sobre la profundidad del flagelo que ya tiene en los soldaditos una nueva figura. “Estamos a tiempo de frenar y que esto no se transforme en Rosario”, avisó un jefe policial que a diario ve esas causas.

 

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