“Me tocó brillar con un personaje en un arcón lleno de oro”

Feliz con su desempeño en la segunda temporada de “El Marginal”, en la que le dio vida al temible Sapo Quiroga, Roly Serrano sólo tiene halagos para la producción televisiva que la rompió esta temporada en la tevé.

“Lo maravilloso es que me tocó hacer un personaje que brillaba en un arcón lleno de oro. Porque realmente fue extraordinario el elenco de la miniserie, con personajes tan bien delineados, y tan bien hechos... Estar ahí fue como una especie de lujo. Un sueño. Hace mucho tiempo que tenía ganas de hacer algo así. Así que fue como un regalo que me hizo, como de costumbre, Ortega, y Caetano también”, reflexiona.

Consultado en relación a cómo delineó a su criatura, el “dueño” de San Onofre antes de que los hermanos Borges llegaran a la prisión con aires de superioridad, cuenta que en la construcción buscó inspiración en un personaje icónico del cine. “A mí se me ocurrió emular a Marlon Brando en ‘Apocalypse Now’, en ese Coronel Kurtz, por eso la pelada que, sumado a estos kilos de más que tengo ahora, fueron moldeando el perfil de ese villano que no fue fácil porque tuve que encontrarle el tiempo, el espacio, el modo, el modismo; descubrir el porqué está ahí, por qué tiene ese poder. Lo fui armando poco a poco”.

En relación a las claves del éxito de la producción, se inclina más por la factura que por la temática. “La calidad de producción es extraordinaria, de hecho, no quisieron bajar el presupuesto para la segunda temporada, por eso hicimos solo 8 capítulos, no alcanzaba la plata. Se puso el mismo empeño, la misma cantidad de dinero, y eso creo que la gente agradece. Cada capítulo llevaba una semana y había que trabajarlo. Creo que es un antecedente para la televisión local”, explica.

En la serie, sin ánimos de spoilear para los que aún no vieron esta segunda entrega, el Sapo Quiroga se la hace muy difícil al Cuis, el hilarante personaje interpretado por el platense Diego Cremonesi, a quien Roly no pierde la oportunidad de elogiar: “Un rico total. Siempre digo. No lo conocía y al principio le tocaba un papel difícil, muy difícil. Y era tan buen compañero, por un lado. Y después demostró su talento. Yo lo adoro, lo quiero muchísimo. Y eso hace, esa calidad de actores, hace que la miniserie sea lo que fue. No es solamente el Sapo, es el sapo y todos, cada uno poniendo su granazo de arena”.