San Carlos se tomó unos buenos Mates, disfrutó del sol y volvió a sonreír

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Pedía a gritos una victoria porque la goleada de la fecha pasada (0-5) ante Victoriano Arenas lo había golpeado muy fuerte, dejándolo anímicamente herido y con muchísimas dudas. Con un trabajo sólido en todas sus líneas, Villa San Carlos no sólo quebró una racha de tres partidos sin éxitos, sino que la victoria por 3-1 sobre Argentino de Quilmes lo vuelve a instalar entre los puestos de privilegio.

El cachetazo que le propinó Victoriano Arenas en la jornada anterior dejó a San Carlos aturdido y confundido. Por eso, el técnico Miguel Angel Restelli debió mover algunas piezas del equipo para darle otro andar. Que sea más convincente y efectivo. La prueba para verificar que esos cambios eran importantes, fue ayer, frente a Argentino de Quilmes.

Y los resultados saltaron a la vista. De entrada, nomás, pegó con los goles de Alexis Alegre y de Ricardo Vera, de penal. ¿Por qué marcó una clara diferencia en el primer tiempo? Porque en la presión alta supo aprovechar las imprecisiones del Mate; porque en cada ataque que generó fue tan punzante como una daga y porque esos ataques tuvieron precisamente eficacia.

Fue clave el trabajo de los volantes, donde hubo un buen trabajo de Ignacio Oroná y del ex mens sana Alexis Alegre. En ofensiva, otra vez fue importante el aporte de Ricardo Vera, un jugador técnicamente distinto, que cuando está inspirado marca diferencias. Y en defensa, volvió a recuperar la solidez de las primeras fechas.

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