Encañonaron a una mujer y sus hijas y el barrio salió a la calle
Edición Impresa | 10 de Noviembre de 2018 | 03:09

“Hace tiempo que vivimos inseguros, pero esto nos decidió a salir a la calle”, dijo Daniel, uno de los vecinos que ayer cortaron el tránsito a la altura de 44 y 173, después de enterarse de lo que había sufrido una familia del barrio.
Fue al mediodía, cuando una mujer llegó a su casa de 49 bis y 176 junto a sus dos hijas pequeñas y un par de motochorros les salieron al cruce. “Le apuntaron a una de las nenas y se le metieron en la casa”, relató Daniel, agregando que en el domicilio estaba el hijo adolescente de la dueña.
A la madre y las niñas las encerraron en el baño, conminándolas a contar hasta 100. “Si no saben contar, las quemo”, advirtieron.
A la mujer “casi le arrancaron el dedo para sacarle la alianza” y aprovecharon el tiempo que permanecieron en la vivienda para llevarse todo lo que pudieron. Hasta las llaves del auto. Enterados de este episodio, los vecinos se reunieron en una suerte de asamblea improvisada en la que resolvieron cortar la calle para pedir seguridad. “Hace más de un año que reclamamos que nos atiendan las autoridades municipales, pero no pasa nada”, lamentó Daniel, resaltando que uno de los planteos es que “llegue el micro hasta nuestro barrio, porque en las tres cuadras que debemos recorrer hasta la 44, siempre nos asaltan”.
La protesta barrial se mantuvo desde las 19.30 durante poco más de una hora. Hasta allí se acercó un jefe policial de la comisaría Decimocuarta, que “nos garantizó poner un rondín desde mañana”, contó el vecino.
Más allá de este compromiso, en la zona temen que termine como otras medidas semejantes que se han tomado a partir de episodios violentos: “El patrullero se queda por unos días, después se van y todo sigue igual”.
Los manifestantes pidieron que las autoridades “no nos den la espalda. Es como si la periferia no existiera”.
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