Pizzería: cayó un presunto ladrón en el hospital donde atendían a una víctima

Luego del ataque en la zona de plaza Belgrano, el dueño fue trasladado al San Martín con 2 balazos. Mientras lo asistían, pidió auxilio un joven, herido por 3 tiros. Quedó internado y detenido

Edición Impresa

Más de 20 disparos cortaron el silencio de la noche del domingo en Barrio Norte y siete se repartieron en los cuerpos de dos de los propietarios de la pizzería “Ragnar” y uno de los presuntos ladrones del sangriento ataque al comercio.

Son esos algunos de los primeros datos que se desprenden de la investigación judicial, que a pocas horas del episodio sumó un dato significativo para el caso y la comprensión de la violencia delictiva en la Ciudad.

Mientras los médicos atendían de urgencia al dueño del negocio, que llegó al San Martín con dos balazos en un brazo y el tórax (la zona intercostal izquierda), un joven de 19 años se asomaba por la guardia pidiendo auxilio. Tenía tres heridas de bala en una mano, un glúteo y el tórax.

El paciente explicó que había sido baleado en un intento de robo a tres cuadras de allí. No le creyeron. Los policías que estaban en el Hospital siguiendo el caso comenzaron a investigar y allí mismo le mostraron algunas de las prendas del joven a uno de los testigos del asalto, también hijo del pizzero e integrante del staff del comercio.

La pista resultó firme y la sospecha se transformó en una acusación luego de que el testigo recordara una campera deportiva del seleccionado argentino de fútbol dentro del local situado en diagonal 76 entre 14 y 15.

Según indicaron fuentes de la investigación, uno de los ladrones llevaba esa prenda y un casco de motociclista puesto cuando irrumpió en el local, con un arma en la mano y exigió la plata que se había juntado en la noche del domingo.

Con esa información, el fiscal a cargo de la investigación, Juan Cruz Condomí Alcorta ordenó la aprehensión del paciente herido y ayer solicitó su detención. Ahora se analizan las cámaras de seguridad del Hospital y la zona, en búsqueda de una moto en la que habría llegado como acompañante.

Según indicaron las fuentes de la Policía y la Justicia, el presunto ladrón presenta heridas de gravedad, pero su vida no corría riesgo anoche.

Un cuadro similar presenta, según se apuntó, el propietario del local, quien debió ser sometido a una intervención quirúrgica, pero anoche presentaba una situación estable.

El asalto también concluyó con uno de los hijos del comerciante herido. Las fuentes consignaron que está internado en el Hospital de Gonnet y también está fuera de riesgo su vida, pero con daños significativos en su cuerpo: una herida de bala en un brazo y otra en una pierna.

La reconstrucción

El cuadro resultó del violento ataque a la pizzería el domingo, alrededor de las 22.40, según informó la Policía.

Según la reconstrucción que se realizó durante la jornada de ayer, mientras el comercio que presta servicio de entrega a domicilio estaba en horario de actividad plena, un ladrón ingresó con la cabeza cubierta por un casco y blandiendo un arma. Estaban el dueño -de 60 años- y los tres hijos.

Forcejeo y tiros

Ante el cuadro, uno de los tres se abalanzó sobre el agresor y comenzaron a forcejear.

Se investiga si, como se desprende de las primeras declaraciones, otro ladrón que estaba en una moto esperando afuera, disparó contra el joven de 25 años que intentó repeler el robo.

En ese momento, el propietario del local habría sacado un arma y así se habría producido un intercambio con 22 disparos que mandó al Hospital a dos víctimas del robo y uno de los presuntos ladrones.

La información policial indica que la pareja de motochorros estaba apoyada por al menos otro ladrón en moto. Tras el tiroteo, el delincuente que entró al comercio escapo corriendo y los motociclistas se perdieron en la noche.

Sin embargo, la secuencia de violencia y delito no terminó ahí.

En la investigación se sumó el robo a mano armado de un Peugeot 308, blanco, en 36 y 23, que fue abandonado en 118 y 527. Los investigadores creen que fueron los mismos motochorros de la pizzería.

En ese caso, las víctimas resultaron ilesas, se informó.

En las primeras tareas en la escena del delito, los pesquisas encontraron dos pistolas: una marca Taurus calibre 9 milímetros y una marca Bersa calibre 22.

Con apoyo de peritos, la investigación judicial ahora intenta determinar si fueron las armas de las que salieron las balas que provocaron las siete heridas en dos víctimas y un presunto ladrón.

Además, las fuentes consultadas ayer indicaron que se buscará determinar la secuencia en la que se dio el tiroteo.

Las balas volaron dentro y fuera del local. Ayer podía apreciarse todavía el cristal trasero destruido en un auto estacionado frente al local. También, manchas de la sangre que emanó de las heridas de los pizzeros y rastros de la señalización de pruebas en un barrio que no salía de su asombro.

Según contaron algunos vecinos la pizzería abrió hace poco, con un proyecto familiar. “La atienden el padre y un hijo. A veces vienen otros familiares”, dijo un vecino y lamentó que “hayan tenido el primer asalto”.

El acusado por el asalto, dijo que fue víctima de un robo a 3 cuadras del Hospital San Martín

22
Tiros registraron los peritos de la Policía en el primer registro de la escena del delito. Allí quedaron también dos pistolas, una calibre 9 milímetros marca Taurus y la otra calibre 22 marca Bersa.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE