Sol, quebrada: “Lloro cada vez que hablo de mi abuela, la atropellaron y no se supo nada”

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Sol Pérez fue una de las invitadas del almuerzo de Mirtha Legrand ayer al mediodía y vivió un momento muy emotivo y triste a la vez: “Yo lloro cada vez que hablo de mi abuela”, empezó diciendo y revivió el doloroso episodio que fue la muerte de su abuela, Araceli Rosas, que a los 82 años fue atropellada por un auto en plena vía pública.

“Era la mamá de mi papá, vivió con nosotros siempre y ella quería que yo esté en el ‘Bailando’, era fanática tuya”, empezó recordando. “Tuvo un accidente. La atropelló un auto y nunca se supo nada. No se investigó, están los abogados pero nadie hace nada”, aseguró terminando una semana sumida en escándalos.

“Salió una mañana a hacerse un estudio. Mi papá le dijo que la llevaba, pero no quiso. ‘Me tomo el colectivo, voy con Sube’, le dijo. Cuando se bajó del colectivo, estaba bajando a la calle y un hombre que iba pasando en rojo, esquivó un camión y atropello a mi abuela”, relató, sensibilizada. “La respuesta que nos dio la policía cuando fuimos a hacer la denuncia fue ‘igual era una persona mayor’”, rememoró Sol sobre aquel fatídico día. “Después de eso me agarró una parálisis en la boca”, dijo.

“Cuando llegó mi papá al hospital estaba todavía con sangre y con la ropa puesta. Quiere decir que ahí no hicieron nada. Figura que mi abuela tuvo el accidente a las seis y media de la mañana y muere alrededor del mediodía. Y ahí es cuando entra lo de ‘es grande’”, acusó la rubia escandalosa, con los ojos vidriosos, sobre la precariedad del sistema de salud.

Ya quebrada en llanto, Sol aseguró que su abuela siempre la acompaña: “Cuando estoy por bailar siempre me hago la señal de la cruz y el baile se lo dedico a mi abuela”, expresó. “Nunca lo voy a superar. A uno siempre le quedo esto de ‘¿sabría cuánto yo la amaba?’”, finalizó, antes de que Mirtha pida un brindis en honor a su abuela.

 

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