Dos barrios movilizados por los robos y los cambios en las comisarías

Un grupo de vecinos de City Bell se reunió ayer por la tarde, pasadas las 18.30, en la esquina de 14 C y 472 para luego movilizarse a la sede de la Comisaría Décima. Así, caminando por las calles de su localidad, manifestaron el planteo que tiene como eje la inseguridad en la zona y el reemplazado del titular de la comisaría hasta hace unos días.

Antes de acercarse a la dependencia policial, uno de los presentes le explicó a este medio el por qué de la movilización: “No queremos que este reclamo se tome como que estamos en contra” de Eduardo Girón, el nuevo comisario de la seccional, “lo que pasa es que el trabajo que venía haciendo Diego Bálsamo era muy bueno”, manifestó.

En ese sentido, la consideración entre los frentistas movilizados con respecto al ya ex comisario, se reveló como positiva.

No obstante, la queja de Ana, una de las personas que dialogó luego con Girón, “tiene que ver más con la época en que se da este cambio”, dijo.

Diciembre, un mes difícil

“El mes de diciembre siempre es muy difícil para los comerciantes de City Bell. Con las fiestas, hay mucha gente que viene a comprar, las calles se llenan y los negocios también. Aprovechando ese movimiento, los delincuentes se hacen pasar por clientes y roban”, arguyó.

Por otro lado, agregó que “en los meses de vacaciones también es un problema porque empiezan a aparecer los escruches. La gente se va de casa y cuando vuelve a los quince días se encuentra con que le entraron en su ausencia”.

El grupo de WhatsApp

En ese sentido, los vecinos autoconvocados señalaron que la gestión reemplazada en la comisaría venía juntando información sobre el escenario.

Según los testimonios recogidos por EL DÍA, el equipo de Bálsamo “sabía dónde estaban las zonas más calientes y de dónde venían los ladrones”.

Otro de los inconvenientes que generó el reciente cambio, sostuvieron, es que “al cambiar tantas veces de autoridad, nunca se termina de afianzar la relación con la comunidad. Acá hay foros de seguridad o instituciones que con el anterior comisario tenían una relación fluida, y tal vez este que vino ahora sea mejor, por no nos consultaron nada, no tuvieron respeto por la gente que hace tiempo viene trabajando”.

También expusieron su inquietud por la “disolución del Subcomando de Patrullas de la zona norte”.

Por su parte, Girón afirmó que se trató de “un movimiento normal dentro de la Fuerza”.

Tras presentarse y detallar los lugares en los que se desempeñó (Mar Chiquita, Cañuelas, San Miguel del Monte, Lobos y Guernica), el flamante comisario se quedó conversando con los autoconvocados en la puerta de la Comisaría.

“SEGUIMOS CON LA REBELdÍA FISCAL”

En tanto, en el barrio El Mondongo, la perspectiva era totalmente distinta.

Agobiados por los constantes hechos de inseguridad, los frentistas se declararon en “rebeldía fiscal” a mediados de año.

Según aseveraron, serían más de 2 mil los vecinos que no pagaron las últimas dos cuotas del impuesto municipal por considerar que no reciben en servicios de ese rubro lo que invierten pagando el adicional por seguridad que viene en la boleta.

Por ese motivo, acordaron “continuar con la medida hasta tener alguna solución de parte de las autoridades”.

Durante la asamblea hablaron sobre el gran número de entraderas de las que son víctimas y el trabajo de la Policía en el sector.

Daniel, uno de los asistentes, dijo que “volvimos a presentar una nota en la Departamental y en el Ministerio de Seguridad, y pedimos por el traslado o erradicación de la zona roja, algo que nos había prometido el intendente”. En esa línea, lamentó que en la plaza no hubo “participación de funcionarios de la comuna o de la Policía”.

El Mondongo, junto a Barrio Norte y La Loma, son dos sectores muy golpeados por las entraderas.

A esa modalidad se le sumaron los ataques de motochorros armados que “vienen desde El Mercadito”, refirieron.