Vecinos prisioneros de las amenazas y de las extorsiones

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“No te cobran para cuidar el auto, te cobran para no romperlo...”, dice uno de los testimonios recogidos por EL DIA entre los automovilistas de la ciudad. Y la amarga reflexión del vecino no hace más que reflejar la triste realidad de lo que ocurre, desde hace muchos años, en las calles de un radio cada vez más amplio del centro platense.

La cofradía de los “trapitos” o cuidacoches se ha multiplicado en los últimos tiempos y a ellos se les agregan los limpiavidrios, no menos intimidantes para quienes se detienen en los semáforos.

Hablan de la existencia de mafias detrás de ellos. Circulan por las calles las versiones más disparatadas sobre ellos. Se dice que muchos de los “trapitos” y limpiavidrios llegan desde el conurbano. Otra de las versiones relaciona el desmembramiento de las barras que estaban al servicio del Pata Medina con la proliferación de los “cuentapropistas” de los estacionamientos callejeros.

Ayer hubo operativos y se produjeron algunas detenciones.

Es un paso hacia la normalización de lo que ocurre en las calles. Pero apenas un paso.

Ninguna medida será efectiva si no es sostenida en el tiempo y si no va acompañada de una política adecuada.

Si la Comuna decide que la actividad de los cuidacohes es legítima, que abra un registro y los autorice. Lo que no puede seguir ocurriendo es que el vecino sea rehén de extorsionadores.

 

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