Al equipo no le salió nada y extrañó al Tanque

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Fue mala la presentación de Gimnasia ante Belgrano en Córdoba. Y uno de los factores del flojo rendimiento de los dirigidos Troglio quizás se deba a una ausencia que se nota, tanto en defensa como en ataque: la del uruguayo Santiago Silva, quien no pudo viajar por un cuadro de anginas que lo marginó durante toda la semana.

El Lobo sufrió en las pelotas aéreas, en las que el Tanque es rueda de auxilio, pero además también estuvo lejos de poder generar peligro concreto en el arco de César Rigamonti, e incluso no se vio la presión característica a los centrales piratas, quienes tuvieron salida cómoda durante casi todo el encuentro disputado en Barrio Alberdi.

Dentro de un equipo en el que cuesta definir a los titulares seguros debido altibajos en los rendimientos, la ausencia de Silva acrecentó sus acciones y quedó demostrado por qué Pedro no duda en su inclusión, pese a los primeros cotejos con la camiseta albiazul, en los que no estuvo fino con la pelota.

Lo cierto es que el armenio Mauro Guevgeozián no logró pesar, se lo vio muy solo y tampoco se transformó en el “primer defensor”, algo característico en los equipos de Troglio debido a la presión alta.

Jan Hurtado, por su parte, mostró más despliegue en el frente de ataque y más puja para con los centrales ayer vestidos de celeste, pero no tuvo una sola situación de gol.

Es por esto que Silva, con sus 37 años, y gracias a la floja labor de sus sustitutos, demuestra ser pieza clave dentro de un equipo al que no le sobran las mismas.

 

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