Kung Fu, un arte de la China que tiene maestros en La Plata

David Carradine popularizó la disciplina en una exitosa serie de los 70 y hoy decenas de platenses la practican. Una filosofía de vida que aplican en cada uno de sus actos

Edición Impresa

Leandro Martinaschi (44) era fanático en su adolescencia platense de las aventuras de Bruce Lee y de Jackie Chan, y también se maravillaba con una serie de gran impacto en la década del 70, Kung Fu, protagonizada por David Carradine. Y tal fue su admiración por este arte marcial milenario, que de muy chico comenzó a viajar a Buenos Aires para interiorizarse por esta cultura de origen chino. Tanto, que realizó en su vida nueve viajes a China y hoy habla perfectamente el idioma mandarín. Él mismo cuenta hoy que el Kung Fu, o el WUSHU, como ellos lo llaman, le cambió la vida.

Leandro es diseñador gráfico, pero más que nada es maestro y entrenador de Kung Fu. Con tanta aplicación, que formó a los mejores exponentes de esta disciplina no solo en nuestra ciudad, sino que también formó a platenses que fueron seleccionados para representar al país en los últimos juegos panamericanos -el Kung Fu en su versión deportiva- que se disputaron en Buenos Aires.

“Esto se llama Tao Lu -explica Leandro- y consiste en rutinas de competición y destreza a través de movimientos y acrobacias, una especie de danza que se ejecuta en pocos minutos. Otra forma de competición es el Sanda, que son combates libres en los que sí hay contacto físico. En ambos casos, se ejecutan las técnicas que hace cientos de años se aplicaban en las guerras”.

Sin embargo, para sus cultores el Kung Fu es mucho más que esto.

“Es una forma de vida -señala Leandro- que apunta al ser, y que tiene influencias religiosas, filosóficas y folclóricas, que nos enseña, siempre, a superar el obstáculo”.

El Kung Fu no es, claro está, solo cosa de hombres. María Florencia Díaz Lucas (27) es licenciada en Biología egresada de la UNLP y también una fervorosa adherente al Kung Fu.

“Lo empecé a practicar en 2006 cuando tenía 15 años porque mi papá, que es economista, practicaba artes marciales. Él hacía Tai Ji Kuan, y yo comencé con prácticas de combate, pero no me gustó demasiado. Hasta que descubrí el Kung Fu profundo, y me deslumbró. Es una disciplina que ayuda para la vida, que fortalece la personalidad, que te hace ser más persistente y a enfrentar los problemas con mayor seguridad y paciencia, y que lleva a no desistir, a que nunca te rindas”.

PUÑOS Y SABLES

Ezequiel Alderete (22) es empleado bancario, y dentro del Kung Fu en modo Tao Lu su especialidad son las danzas con puños, sables y palos. Tal es su destreza, que en los últimos juegos panamericanos obtuvo la medalla de plata en la especialidad palo del sur, así llamada porque la técnica es originaria del sur de China.

“El Kung Fu es muy completo -sostiene Ezequiel- no solo por lo que enseña en cuanto al modo de ver la vida, sino también en la faz deportiva. En estas danzas, la finalidad es llevar al extremo lo más difícil de una técnica, es la representación de una técnica marcial antigua llevada al máximo de su dificultad. A mí me enseñó a dar lo máximo posible, a conocer mis límites, a darlo todo en un minuto y medio, porque uno compite consigo mismo, no contra los demás”.

En el caso de Matías Lere (28), que en nuestra ciudad trabaja como peluquero, su fuerte es el sable sur, al que maneja con tal habilidad, que en la competencia panamericana se convirtió en el argentino con mayor puntuación por parte del jurado, al obtener 9,03 puntos sobre los 100 posibles que indican la perfección.

“El Kung Fu se traduce a la vida -cuenta- yo lo practico desde que tenía 7 años y me enseñó a no desistir, a levantarme después de un revés, a enfrentar los problemas, a entender que la derrota también es importante. Todo lo que se aprende en esta disciplina sirve para la vida de todos los días. Por ejemplo en la faz deportiva, lo que yo hago es la repetición de un movimiento hasta hacerlo con maestría. Y eso se puede hacer todos los días hasta con las cosas más simples, hacer algo hasta lograr hacerlo de la mejor forma posible”.

EL PADRE DE LAS ARTES MARCIALES

Kwai Chang Cane era el nombre de aquel personaje que David Carradine llevó a la televisión, un monje Shaolin llegado de la China que en el oeste norteamericano repartía golpes y las enseñanzas aprendidas de su maestro ciego. Fue, podría decirse, quien popularizó el arte del Kung Fu en todo el mundo.

“Aquella serie tenía mucho de verdad, pero también mucho de fantasía”, señala Leandro Martinaschi.

“Por ejemplo -grafica- el Shaolin, originario del norte de China, es apenas uno de los 150 estilos de Kung Fu existentes. El wushu tiene 200 años de práctica en China, pero su raíz tiene miles de años. Es la técnica que se usaba en las guerras bajo la necesidad de defenderse ante el más fuerte. Los norteamericanos han sido muy hábiles para aprovechar comercialmente todas las artes marciales y difundirlas, a través de las series y el cine, como lo hicieron con el Karate o con el Taekwondo. Acá por ejemplo lo primero que se conoció fue el karate, pero sin embargo es el Kung Fu el padre de todas las artes marciales. En cuanto a la serie, es cierto que el Kung Fu enseña que la violencia es la última instancia que debe aplicarse, aunque aquel personaje se peleaba en todos los capítulos”.

“En China -señala Matías Lere- al wushu se lo enseña en las escuelas y hasta tiene una carrera universitaria, aunque es una disciplina que nunca se deja de aprender, ni de entrenar, y que se aplica durante toda la vida”.

“Una de sus principales enseñanzas es la sabiduría de utilizar la energía del eventual adversario en favor de uno -dice María Florencia Díaz- y eso se aplica en el combate, pero también para las adversidades de todos los días”.

Conocedores de decenas de técnicas de combate, del arte de la defensa personal y de como desembarazarse de un contrincante, todos estos platenses cultores de esta disciplina milenaria, coinciden, sin embargo, en que nunca aplicarían sus destrezas en una situación de calle. “Si me quieren robar el celular, se lo doy -afirman- la violencia es la última de las instancias posibles”.

 

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE