Misterioso asesinato de un empleado de Papel Prensa en su casa de Guernica

El crimen de un hombre de 52 años en Guernica tiene desorientados a los investigadores: lo encontraron en su casa, con signos de haber sido atacado con saña. Y aunque también detectaron señales de un robo, quedaron en la escena varios objetos de valor. Las aberturas no estaban violentadas, por lo que se supone que el o los homicidas entraron con el aval de su dueño. Lo único que está claro es que lo mataron, ya que ni siquiera la mecánica está confirmada. La autopsia dirá.

Walter Dante Arias (52) era un empleado administrativo en Papel Prensa, prolijo y ordenado en sus costumbres, cuya ausencia en la oficina, el lunes a la mañana, alertó a sus compañeros. Fueron ellos quienes llamaron a la familia. Y un hermano el que se topó con la tremenda escena a las 15 de ese mismo día en la casa en la que Arias vivía solo, en el 1418 de la calle 104, en Guernica.

Según la información oficial, el cuerpo de la víctima estaba tirado boca abajo sobre su propia sangre, en el piso del comedor, con los pies y las manos atadas con precintos, el pantalón y la ropa interior bajos, la remera subida y los zapatos colocados.

“Tenía una cinta adhesiva en la boca, una herida en la cabeza y dos puntazos en el cuello, de dos centímetros de profundidad y cuatro centímetros entre ellos”, completó el informe, aunque recién en las próximas horas los forenses determinarán con la necropsia si el hombre murió por las puñaladas o asfixiado.

Peritos de la Policía Científica levantaron rastros en el lugar, entre los que destacan las huellas de tres calzados distintos que habrían “transitado por el interior de la casa” y que no pertenecen a la víctima, ni a su hermano o los primeros policías que llegaron a la casa, confirmaron voceros del caso.

“Pudieron haberlo matado mientras intentaban forzarlo a revelar donde tenía escondida la plata o también pudo ser un homicidio en el marco de un ataque sexual y desordenaron la casa para simular que había sido un robo”, aportaron las fuentes, admitiendo que el caso se presenta muy confuso, a partir de circunstancias contradictorias.

Con respecto a la data del crimen, se sospecha que al momento del hallazgo del cuerpo la víctima llevaba unas 12 horas muerta porque el cadáver presentaba los primeros signos de putrefacción. Es más, la última vez que sus vecinos vieron a Arias vivo fue el domingo a las 15.

En un relevamiento de las cámaras de seguridad en la zona, los investigadores encontraron un dispositivo privado de una vivienda situada a unos 150 metros de la casa de Arias, que podría haber registrado movimientos allí. También se solicitaron las secuencias fílmicas captadas por las cámaras de seguridad municipales cercanas. Por lo pronto, testigos presenciales no habría.

En la UFI N°2 de Presidente Perón, a cargo de la fiscal Cristina La Rocca, la causa fue caratulada como “homicidio”. Investiga DDI.